lunes, 29 de abril de 2013

el cristiano debe ser capaz de avergonzarse de sus propios pecados para acoger con humildad el perdón de Dios.



VATICANO, 29 Abr. 13 / 11:37 am (ACI/EWTN Noticias).-El Papa Francisco señaló en su homilía de la Misa de esta mañana en Santa Marta que el cristiano debe ser capaz de avergonzarse de sus propios pecados para acoger con humildad el perdón de Dios.
En la Eucaristía que presidió en presencia de algunos empleados vaticanos del Apsa, la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica y de un grupo de religiosas, el Santo Padre comentó la primera Carta de San Juan, en la que se dice que "Dios es luz y en Él no hay tiniebla alguna".

El Papa Francisco subrayó que "todos nosotros tenemos oscuridades en nuestra vida, momentos donde todo, también en la propia consciencia, es oscuro, pero esto no significa caminar en las tinieblas".

"Caminar en las tinieblas significa estar satisfecho de sí mismo; estar convencido de no tener necesidad de salvación. ¡Aquellas son las tinieblas! Cuando uno se adentra en este camino de las tinieblas, no es fácil dar marcha atrás".

"Por ello Juan continua, porque quizás este modo de pensar lo ha hecho reflexionar: ‘Si decimos de estar sin pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros’. Miren sus pecados, nuestros pecados: todos somos pecadores, todos… Este es el punto de partida".

"Pero si confesamos nuestros pecados, Él es fiel, es justo hasta perdonarnos los pecados y purificarnos de toda iniquidad. Y nos presenta – ¿no es verdad? - a aquel Señor tan bueno, tan fiel, tan justo que nos perdona".

El Santo Padre dijo además que "cuando el Señor nos perdona hace justicia sobre todo a sí mismo, porque Él ha venido para salvarnos y perdonarnos", acogiéndonos con la ternura de un padre hacia los hijos: "el Señor es tierno hacia aquellos que lo temen, hacia aquellos que van hacia Él" y con ternura "nos comprende siempre", quiere donarnos "aquella paz que solo Él da".

"Esto –afirmó– es lo que sucede en el Sacramento de la Reconciliación" aunque "tantas veces pensemos que ir a confesarnos es como ir a la lavandería" para limpiar la suciedad de nuestra ropa".

"Pero Jesús en el confesionario no es una lavandería: es un encuentro con Jesús, pero con este Jesús que nos espera, que nos espera como somos. ‘Pero Señor, mira yo soy así…’, me da vergüenza decir la verdad: ‘He hecho esto, he pensado esto’. Pero la vergüenza es una verdadera virtud cristiana y también humana… la capacidad de avergonzarse".

"No sé si en italiano se dice así, pero en nuestra tierra a aquellos que no pueden avergonzarse se les llama ‘sin vergüenza’, porque no tienen la capacidad de avergonzarse y avergonzarse es una virtud del humilde, de aquel hombre y de aquella mujer que es humilde".

Francisco dijo además que es necesario tener confianza porque cuando pecamos tenemos un defensor ante el Padre: "Jesucristo, el justo". Y Él "nos sostiene ante el Padre" y nos defiende frente a nuestras debilidades. Pero es necesario ponerse frente al Señor "con nuestra verdad de pecadores", "con confianza, también con gozo, sin maquillarnos".

"¡No debemos jamás maquillarnos delante de Dios!". Y la vergüenza es una virtud: "bendita vergüenza". "Esta es la virtud que Jesús nos pide: la humildad y la docilidad":

"Humildad y docilidad son como el marco de una vida cristiana. Un cristiano va siempre así, en la humildad y en la docilidad. Y Jesús nos espera para perdonarnos. Podemos hacerle una pregunta: entonces ir a confesarse ¿no es ir a una sesión de tortura? ¡No! Es ir a alabar a Dios, porque yo pecador he sido salvado por Él".

"¿Y Él me espera para apalearme? No, con ternura para perdonarme. ¿Y si mañana hago lo mismo? Ve otra vez, y otra y otra y otra… Él te espera siempre. Esta ternura del Señor, esta humildad, esta docilidad.

Tras señalar que esta confianza "nos da respiro". El Papa hizo votos para que "el Señor nos dé esta gracia, este coraje de ir siempre hacia él con la verdad, porque la verdad es su luz, y no con las tinieblas de las medias verdades o de las mentiras ante Dios. ¡Que nos dé esta gracia! Así sea".

domingo, 28 de abril de 2013

En adelante el Espíritu Santo, el Intérprete que el Padre les va a enviar en mi Nombre, les enseñará todas las cosas y les recordará todo lo que yo les he dicho.

Juan 14,21-26.


El que guarda mis mandamientos después de recibirlos, ése es el que me ama. El que me ama a mí será amado por mi Padre, y yo también lo amaré y me manifestaré a él.»
Judas, no el Iscariote, le preguntó: «Señor, ¿por qué hablas de mostrarte a nosotros y no al mundo?»
Jesús le respondió: «Si alguien me ama, guardará mis palabras, y mi Padre lo amará. En tonces vendremos a él para poner nuestra morada en él.
El que no me ama no guarda mis palabras; pero el mensaje que escuchan no es mío, sino del Padre que me ha enviado.
Les he dicho todo esto mientras estaba con ustedes.
En adelante el Espíritu Santo, el Intérprete que el Padre les va a enviar en mi Nombre, les enseñará todas las cosas y les recordará todo lo que yo les he dicho.



SEGUNDA CARTA DE SAN JUAN

1 Yo, el Presbítero –y no sólo yo, sino también todos los que han conocido la verdad– saludo a la Comunidad elegida y a sus miembros, a los que amo de verdad,

2 a causa de la verdad que permanece en nosotros y que estará con nosotros para siempre,

3 También estarán con nosotros la gracia, la misericordia y la paz de Dios Padre y de su Hijo Jesucristo, en la verdad y en el amor.

4 Me he alegrado muchísimo al encontrar a algunos hijos tuyos que viven en la verdad, según el mandamiento que hemos recibido del Padre.

5 Y ahora te ruego: amémonos los unos a los otros. Con lo cual no te comunico un nuevo mandamiento, sino que el que tenemos desde el principio.

6 El amor consiste en vivir de acuerdo con los mandamientos de Dios. Y el mandamiento que ustedes han aprendido desde el principio es que vivan en el amor.

7 Porque han invadido el mundo muchos seductores que no confiesan a Jesucristo manifestado en la carne. ¡Ellos son el Seductor y el Anticristo!

8 Ustedes estén alerta para no perder el fruto de sus trabajos, de manera que puedan recibir una perfecta retribución.

9 Todo el que se aventura más allá de la doctrina de Cristo y no permanece en ella, no está unido a Dios. En cambio, el que permanece en su doctrina está unido al Padre y también al Hijo.

10 Si alguien se presenta ante ustedes y no trae esta misma doctrina, no lo reciban en su casa ni lo saluden.

11 Porque el que lo saluda se hace cómplice de sus malas obras.

12 Tendría muchas otras cosas que escribirles, pero no quise hacerlo por carta, porque espero ir a verlos para hablar con ustedes personalmente, a fin de que nuestra alegría sea completa.

13 También te saludan fraternalmente los hijos de esta Comunidad elegida.

martes, 23 de abril de 2013

Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré.

Mateo
Capítulo 11

1 Cuando Jesús terminó de dar estas instrucciones a sus doce discípulos, partió de allí, para enseñar y predicar en las ciudades de la región.

2 Juan el Bautista oyó hablar en la cárcel de las obras de Cristo, y mandó a dos de sus discípulos para preguntarle:

3 «¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?».

4 Jesús les respondió: «Vayan a contar a Juan lo que ustedes oyen y ven:

5 los ciegos ven y los paralíticos caminan; los leprosos son purificados y los sordos oyen; los muertos resucitan y la Buena Noticia es anunciada a los pobres.

6 ¡Y feliz aquel para quien yo no sea motivo de escándalo!».

7 Mientras los enviados de Juan se retiraban, Jesús empezó a hablar de él a la multitud, diciendo: «¿Qué fueron a ver al desierto? ¿Una caña agitada por el viento?

8 ¿Qué fueron a ver? ¿Un hombre vestido con refinamiento? Los que se visten de esa manera viven en los palacios de los reyes.

9 ¿Qué fueron a ver entonces? ¿Un profeta? Les aseguro que sí, y más que un profeta.

10 El es aquel de quien está escrito: "Yo envío a mi mensajero delante de ti, para prepararte el camino".

11 Les aseguro que no ha nacido ningún hombre más grande que Juan el Bautista; y sin embargo, el más pequeño en el Reino de los Cielos es más grande que él.

12 Desde la época de Juan el Bautista hasta ahora, el Reino de los Cielos es combatido violentamente, y los violentos intentan arrebatarlo.

13 Porque todos los Profetas, lo mismo que la Ley, han profetizado hasta Juan.

14 Y si ustedes quieren crearme, él es aquel Elías que debe volver.

15 ¡El que tenga oídos, que oiga!

16 ¿Con quién puedo comparar a esta generación? Se parece a esos muchachos que, sentados en la plaza, gritan a los otros:

17 «¡Les tocamos la flauta, y ustedes no bailaron! ¡Entonamos cantos fúnebres, y no lloraron!»

18 Porque llegó Juan, que no come ni bebe, y ustedes dicen: «¡Ha perdido la cabeza!».

19 Llegó el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: «Es un glotón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores». Pero la Sabiduría ha quedado justificada por sus obras».

20 Entonces Jesús comenzó a recriminar a aquellas ciudades donde había realizado más milagros, porque no se habían convertido.

21 «¡Ay de ti, Corozaín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si los milagros realizados entre ustedes se hubieran hecho en Tiro y en Sidón, hace tiempo que se habrían convertido, poniéndose cilicio y cubriéndose con ceniza.

22 Yo les aseguro que, en el día del Juicio, Tiro y Sidón serán tratadas menos rigurosamente que ustedes.

23 Y tú, Cafarnaúm, ¿acaso crees que serás elevada hasta el cielo? No, serás precipitada hasta el infierno. Porque si los milagros realizados en ti se hubieran hecho en Sodoma, esa ciudad aún existiría.

24 Yo les aseguro que, en el día del Juicio, la tierra de Sodoma será tratada menos rigurosamente que tú».

25 En esa oportunidad, Jesús dijo: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños.

26 Sí, Padre, porque así lo has querido.

27 Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, así como nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.

28 Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré.

29 Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio.

30 Porque mi yugo es suave y mi carga liviana.

viernes, 19 de abril de 2013

¿Cómo saber si un don es verdadero? ¿Qué hacer si una persona de la que dudamos, quiere ejercitar su don en un grupo?

UN DIOS MISTERIOSO

Del Padre J. A. Fortea


25 ¿Cómo saber si un don es verdadero?
Los dones de hacer milagros, de curación, de conocer lo oculto, de profecía se prueban a sí mismos, las obras que resultan de ellos o las palabras dichas son la mejor evidencia acerca de si existe o no ese don. Pero el resto de los dones deben ser discernidos por la comunidad o por los que hacen cabeza en esa comunidad. Hay personas que creen poseer dones, y confunden su deseo con la realidad. Creen que cualquier cosa que les viene a la mente es una inspiración. Muchas veces sólo el tiempo logra poner luz acerca del carácter extraordinario o no de un supuesto don. Mientras no nos conste la veracidad o no de un don, debemos reservar nuestro juicio. Creemos en la fe de la Iglesia, no en que todos y cada uno de los que dicen tener un don realmente lo tengan. Muchas personas me vienen cada año con mensajes de Dios para mí. Yo siempre les trato de un modo respetuoso, pero suspendo mi juicio. No digo ni que sea cierto, ni que no lo sea. Simplemente no lo sé. Si la persona vive en mi parroquia, con el paso de las semanas o de los meses, me puedo hacer una idea de si sus palabras son dignas de un profeta o no. La simple contemplación de la persona y su modo de actuar me lleva a esa seguridad. Pero a veces se requieren meses para ello. Pero simplemente hablando con el interesado, la mayor parte de las veces, resulta casi imposible discernir si un don es verdadero o no. Salvo que la persona de claros signos de desequilibrio, es el tiempo el mejor medio para saber si algo tiene su origen en Dios. En este campo a veces, incluso con tiempo, sólo se alcanza una certeza razonable.


26 ¿Qué hacer si una persona de la que dudamos, quiere ejercitar su don en un grupo?

A las personas que nos vienen con mensajes, es fácil decirles que esperen y dejen pasar el tiempo (al menos unas semanas) para ir discerniendo su caso. Más complicado resulta cuando alguien llega a una comunidad, dice que tiene un don y quiere ponerlo en práctica ya: bien imponiendo manos, bien dando profecías a los presentes. En esos casos, no se les puede dejar que ejerzan sus supuestos carismas ad experimentum durante semanas y semanas. Mientras no tengamos la certeza de la veracidad de un don, hay que decirle a ese individuo que asista a las oraciones del grupo, pero sin ejercitar su don. Con el pasar del tiempo se irá conociendo mejor a la persona y, normalmente, la certeza irá imponiéndose. El pasar de los meses nos indica si alguien está cuerdo o sufre un desequilibrio, si alguien tiene afán de protagonismo o es una persona de gran vida espiritual. Es decir, el sentido común nos indicará de forma cada vez más clara por donde van las cosas. Entonces, poco a poco, en privado al principio, en el grupo después, sí que se le podrá ir permitiendo ejercitar su don sin dejar de vigilar el asunto de un modo sanamente crítico. El tiempo avalará con sus resultados o no a esa persona. Pero al principio, la cabeza del grupo tiene el deber de no apartar su ojo de esa persona tratando una y otra vez de no caer en una bondadosa credulidad. Si el don, pasado el tiempo, resultara falso o razonablemente dudoso, deberá impedir que se ejercite de un modo público. Aunque en algunos casos, si existe una duda razonable, se podrá seguir permitiendo el ejercicio de ese don ante la cabeza. Por ejemplo, si dudamos del don de profecía de alguien, se le puede decir que sus profecías las de no ante el grupo, sino en privado ante la persona que dirige esa comunidad. Lo que es muy problemático es juzgar si alguien tiene un don a través de otra persona que tiene otro don.
Porque de este modo un juicio equivocado respecto a la primera persona (la que juzga), puede provocar que creamos que otros tienen dones cuando no es así. Como ya he dicho el sentido común es el mejor modo de juzgar acerca de los dones extraordinarios. Existen dones muy extraños, no debemos juzgar con ligereza o basándonos solamente en una o dos reglas. Pero ningún don por extraño que sea está exento del sentido común, todos deben ser razonables.

jueves, 18 de abril de 2013

Grupo de Oración de Intercesión.

Hermanos(as) de la Comunidad Jericó,
Paz y Bien:

Recuerden que hoy jueves 18, a las 8:00 PM, para estar terminando después de las 9:00 PM; nos reuniremos en el Nombre de Jesús y María Santísima, para Interceder por Nuestra Iglesia.

Por el Papa Francisco, por los Obispos, por los sacerdotes carismáticos, por las religiosas, por nuestros sacerdotes.

Oraremos por los servidores diocesanos, por la coordinación, por nuestra servidora guía, por los servidores de nuestra comunidad, por los hermanos y hermanas de la comunidad.

Oraremos por un nuevo pentecostés, para la renovación católica carismática, para nuestras familias y por nosotros mismos.

Les esperamos.

La Comunidad Jericó.

martes, 16 de abril de 2013

La Fe sin obras está muerta.

Transcribimos del Facebook, de los hermanos Católicos sin miedo a NADA, la siguiente enseñanza acerca de un tema de Fondo, que es importante aclarar, para que nadie los confunda, ni engañe:



Estamos en el Año de la FE,
y vale la pena hermanos,
fortalecernos en este tema,
ya que muchos hermanos no católicos,
nos dicen que sólo teniéndo FE, ya somos salvos,
... parece bonito, parece fácil,
PERO NO ES LO CORRECTO.
Jesucristo, Los Apóstoles, Jamás Predicaron
esta doctrina de la SOLA FE SALVA,
Ya que esta doctrina aparece desde 1521, con LUTERO.
Para salvarnos, hermanos en Cristo Jesús,
Jesús dice, que hay que tener FE Y OBRAS,
FE EN CRISTO, Y OBEDECERLO COMO DISCÍPULO FIEL, Pues Fiel, viene de FE.
No podemos decir que tenemos FE, Si no cumplimos
lo que Cristo nos manda. Permanecer UNIDOS, COMER SU CUERPO Y BEBER SU SANGRE PARA TENER VIDA ETERNA, Y PERMANECER EN LA IGLESIA QUE ÉL FUNDÓ PERSONALEMENTE. PUES ASÍ LO DICE LA BIBLIA, MI QUERIDO HERMANO.
PERO SIN MÁS DETALLES, VAMOS AL ESTUDIO...
¿SÓLO LA FE SALVA? VEAMOS...
¿Es verdad que la Biblia dice “solamente la fe salva”?
Como veremos, la respuesta es no. El Apóstol Santiago enseñó lo contrario: el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe (Stg 2, 24). San Pablo dijo que uno puede tener toda la fe del universo pero si no tiene amor no es nada (1Cor 13, 2). La Iglesia ofrece un entendimiento más amplio e integral sobre la justificación.
Dicen los hermanos no católicos que las obras no sirven. Ellos dicen: “Acepta a Jesucristo como tu salvador personal y estas salvado para siempre”. Citan a Juan: De cierto, de cierto os digo: el que cree en mí, tiene vida eterna (Jn 6, 47) y también. Todo aquél que invocare el nombre del Señor, será, salvo (Ro 10, 13).
Según el pensamiento bíblico, el creer es un acto total del hombre en todos los niveles de su ser y de su vida. No solamente algo del corazón o de la mente. Es algo integral que implica esto más las obras.
Para apoyar su idea que el hombre es justificado solamente por la fe, Lutero puso la palabra “solamente” en su traducción alemana de Romanos 3,28. La verdad es que el único lugar donde las palabras “sola-solamente” y “fe” aparecen juntas en el Griego es en Stgo 2,24 donde dice justificados por obras y No solamente por la fe.
Son muchas las citas bíblicas que nos hablan de la necesidad de la obras para alcanzar la salvación.
Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras (Mt 16,27).
He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra (Ap 22,12).
¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras? (Stgo 1,22).
Los hermanos no católicos dicen que Pablo en sus cartas opone la fe a las obras, pero no es cierto. Pablo habla de un problema particular de los cristianos judíos que querían imponer la circuncisión y todos los demás ritos de la ley a los conversos. Pero es la ley como ceremonia y la circuncisión, no la ley Moral, que se condena: Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión (Gál 6,15; Gál 5,6; Ro 3,30 y 1 Cor 7,19). En Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión sin la fe que obra por el amor (Gál 5,6), sin embargo hay que cumplir la ley Moral, los mandamientos. Los judaizantes y los fariseos querían obligar a los nuevos cristianos a cumplir las prescripciones de la ley de Moisés como necesarias para la salvación.
Las obras que Dios actúa en nosotros son importantísimas: El cual (Dios) pagará a cada uno conforme a sus obras (Ro 2,6) y también: Todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia… (Col 3,23-24).
Es importante entender que las obras humanas sin la gracia de Dios actuando en nosotros no nos pueden merecer nada del Cielo. San Pablo dice: Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer por su buena voluntad (Fil 2,13). Las obras son buenas y entran en nuestra salvación porque es Dios obrando en nosotros.

Hay más textos que nos hablan de las obras: Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno (1 Pedro 1,17).
Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndolo aún (He 6,10).
Así también la fe, si no tiene obras, está muerta en sí misma… Vosotros veis, pues que el hombre es justificado por las obras y no solamente por la fe (Stgo 2,17- 26).
Santiago dice que Abrahám fue justificado por la fe más la obra de ofrecer a su hijo Isaac: ¿No fue Abrahám justificado por las obras, Abrahám nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? (Stgo 2,21)
San Pablo enseñó que la falta de buenas obras llevará al cristiano a la condenación, aunque sea él un creyente: Si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo (1 Tim 5,8).
Concluyendo, La Biblia nunca dice “solamente la fe nos salva” sino “no solamente la fe” (Stgo 2,24). No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre (Mt 7,21).
¿Cuál es la columna y pilar de la verdad? ¿Será sólo la fe? San Pablo dice que: es la Iglesia del Dios viviente (1 Tim 3,15).

lunes, 15 de abril de 2013

«Yo soy el pan de vida. El que viene a mí nunca tendrá hambre y el que cree en mí nunca tendrá sed.

Juan 6,30-35.


Le dijeron: «¿Qué puedes hacer? ¿Qué señal milagrosa haces tú, para que la veamos y creamos en ti? ¿Cuál es tu obra?
Nuestros antepasados comieron el maná en el desierto, según dice la Escritura: Se les dio a comer pan del cielo.»
Jesús contestó: «En verdad les digo: No fue Moisés quien les dio el pan del cielo. Es mi Padre el que les da el verdadero pan del cielo.
El pan que Dios da es Aquel que baja del cielo y que da vida al mundo.»
Ellos dijeron: «Señor, danos siempre de ese pan.»
Jesús les dijo: «Yo soy el pan de vida. El que viene a mí nunca tendrá hambre y el que cree en mí nunca tendrá sed.


«¡La paz esté con ustedes!»

Juan 20,19-31.


Ese mismo día, el primero después del sábado, los discípulos estaban reunidos por la tarde con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Llegó Jesús, se puso de pie en medio de ellos y les dijo: «¡La paz esté con ustedes!»
Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron mucho al ver al Señor.
Jesús les volvió a decir: «¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envío a mí, así los envío yo también.»
Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Reciban el Espíritu Santo:
a quienes descarguen de sus pecados, serán liberados, y a quienes se los retengan, les serán retenidos.»
Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús.
Los otros discípulos le dijeron: «Hemos visto al Señor.» Pero él contestó: «Hasta que no vea la marca de los clavos en sus manos, no meta mis dedos en el agujero de los clavos y no introduzca mi mano en la herida de su costado, no creeré.»
Ocho días después, los discípulos de Jesús estaban otra vez en casa, y Tomás con ellos. Estando las puertas cerradas, Jesús vino y se puso en medio de ellos. Les dijo: «La paz esté con ustedes.»
Después dijo a Tomás: «Pon aquí tu dedo y mira mis manos; extiende tu mano y métela en mi costado. Deja de negar y cree.»
Tomás exclamó: «Tú eres mi Señor y mi Dios.»
Jesús replicó: «Crees porque me has visto. ¡Felices los que no han visto, pero creen!»
Muchas otras señales milagrosas hizo Jesús en presencia de sus discípulos que no están escritas en este libro.
Estas han sido escritas para que crean que Jesús es el Cris to, el Hijo de Dios. Crean, y tendrán vida por su Nombre.

martes, 9 de abril de 2013

Flavinho Da Silva

Hermanos de la Comunidad Jericó,

Paz y Bien:



A Petición de la Servidora Guia, la hermana Pilar Reyes, este Jueves No habrá oración de intercesión, quedan todos invitados a participar este Miércoles 10 de Abril: "Oración de Intercesión por encuentro con Jesús, en el Salón Fray Valdés, Parroquia San José, a las 6 pm.




Y para el Jueves 11 de Abril, nos sumaremos a la actividad de la Parroquia San José, en el Salón Fray Valdés, con el predicador, escritor y cantante Flavinho Da Silva. Quien se enfocará en el tema de La Familia.

lunes, 8 de abril de 2013

Encuentro con Jesús: Jueves 11, Sábado 13 y Domingo 14 de Abril.



Miércoles 10 de Abril: "Oración de Intercesión por encuentro con Jesús, en el Salón Fray Valdés, Parroquia San José, a las 6 pm."