jueves, 25 de diciembre de 2014

PLEGARIA DE NAVIDAD Esteban Gumucio sscc


Por los que jamás pudieron creer en un niño,
Señor, ten piedad en esta noche de Navidad.

Y por lo más negro y lo más frío,
y por la mirada rota de los resentidos,
Señor, ten piedad en esta noche de Navidad.

Por todos los besos de Judas,
el silencio de los orgullosos
y el cálculo oblicuo de los poderosos,
Señor, ten piedad en esta noche de Navidad.

Por el fango de los mentirosos
y los blancos muros de los cautelosos,
Señor, ten piedad en esta noche de Navidad.

Por la tinta de los envenenadores,
por la amenaza de los perseguidores,
por el desierto de los desesperados,
por la ceguera de los tiranos,
Señor, ten piedad, en esta noche de Navidad.

Por la máscara de los olvidos,
por los dientes de los envidiosos,
por los crímenes elegantes,
por el vacío de los farsantes,
Señor, ten piedad en esta noche de Navidad.

Por el desfile de los besarrabos,
por el tumulto de los temerosos,
por la danza de los complacientes
y por la siesta de los indolentes,
Señor, ten piedad, en esta noche de Navidad.

Por la miseria y el frío,
por la soledad inocente,
por la angustia de la gente,
por el hambre y por la muerte,
Señor, ten piedad en esta noche de Navidad.

Por el proyecto helado de los violentos;
por la injusticia en papel sellado
y por todo lo fabricado
para la guerra en los cuatro vientos,
Señor, ten piedad en esta noche de Navidad.

Por los rascacielos podridos
donde se enconan fronteras;
por todas las balaceras
que inventan los insaciables,
Señor, ten piedad en esta noche de Navidad.

Por las armas de la muerte
y los poderes armados;
por el oro malgastado
en crucificar a la gente,
Señor, ten piedad, en esta noche de Navidad.

Por la nieve de los cielos vacíos,
por la sangre que mancha los ríos,
por las viudas y los huérfanos
de los odios nucleares,
Señor, ten piedad en esta noche de Navidad.

Por la viga que llevamos en los ojos,
por todas las puertas estrechas,
por nuestras anclas de corcho,
Señor, ten piedad en esta noche de Navidad.

Por los cimientos de arena
en que ponemos la paz;
Señor, ten piedad en esta noche de Navidad.

miércoles, 24 de diciembre de 2014

LA NAVIDAD EN EL DUELO


Nace Jesús, nace la vida, porque Jesús es la vida en plenitud. Navidad es el renacimiento de la creación, de esa vida en armonía y en plenitud. La navidad es un momento especial, especialmente para las personas que están en un proceso de elaboración del duelo. Muchas de estas personas lo ven como una fecha temible, realmente temen que llegue la Navidad. Es también un tiempo tan familiar, es un tiempo cercano al Año Nuevo donde muchas personas miran hacia atrás. ¿Cómo ha sido el año? ¿Cómo ha sido la vida? Miran hacia atrás y se ven heridas. Miran hacia atrás y se ven asignaturas pendientes, pero se mira hacia atrás y se ve que falta alguien en la familia. Ha habido la muerte de un ser querido, las personas están en duelo. Navidad y Año Nuevo. Se quiere mirar hacia adelante y parece que los proyectos vitales están amputados. Cuesta ser feliz y la navidad, que es tiempo de vida, el hijo de Dios encarnado entre nosotros, que se recrea la humanidad, cuesta. Incluso, trae síntomas de angustia, una gran tristeza, las personas hasta tienden a aislarse, quieren que pase pronto la Navidad. Sin embargo, la Navidad hay que celebrarla, porque es la vida. La vida misma de Dios que nos recrea. La Navidad hay que vivirla con profundidad, no hay que dejarla pasar como una asignatura que va a quedar pendiente, porque sino la próxima Navidad va a replantear la misma cuestión. Hay que saber asumir esta fecha clave. Hay que saber integrarla. Es más, hay que vivirla, y vivirla con los demás en plenitud. Además hay otro aspecto, si papá, mamá se aíslan… ¿Qué pasa con el resto de la familia? ¿Qué pasa con el resto de los hijos, familiares, amigos? ¿Les vamos a privar de este momento tan importante? El amor no es sólo a los que murieron. El amor es hacia el otro cónyuge, el amor es a la familia, a los otros hijos. Por eso, vivir la Navidad, recrear la Navidad, asumirla, es muy importante para elaborar el duelo. Y asumirla desde la espiritualidad, porque estamos recibiendo el nacimiento del hijo de Dios, el viviente, el resucitado y nuestros seres queridos están en el amor de este resucitado. Celebrar la vida es necesario para sanar los duelos y para crecer en la vida espiritual.
P. Mateo Bautista.


https://www.facebook.com/pastoralduelo.gruporesurreccion?fref=nf

Sermón 4 para la noche de Navidad

San Bernardo (1091-1153), monje cisterciense y doctor de la Iglesia
Sermón 4 para la noche de Navidad



El tesoro escondido


Hoy, los prodigios se multiplican, las riquezas abundan porque el tesoro está abierto: la que da a luz es madre y virgen, el que nace es Dios y hombre... Este tesoro hay que esconderlo en un campo (Mt 13,44): que el matrimonio de la madre esconda a los ojos del mundo su concepción virginal, que las lágrimas del recién nacido sustraiga a las miradas humanas este parto sin dolor. ¡Esconded, María, sí, esconded el esplendor del sol naciente! (Lc 1,78) ¡Acostad a vuestro niño en un pesebre, envolvedlo en pañales, porque estos pañales son toda nuestra riqueza. Los pañales del Señor son más preciosos que la púrpura. Su pesebre más regio que los tronos dorados de los reyes. La pobreza de Cristo sobrepasa en valor todas las fortunas y todos los tesoros.


En efecto, ¿hay riqueza más preciosa que esta humildad que nos hace posible ganar el reino de los cielos y adquirir la gracia divina?
Está escrito: “Dichosos los pobres en el espíritu porque el reino de los cielos es para ellos.” (Mt 5,3) y el apóstol afirma: “Dios resiste al orgulloso y concede su gracia al humilde.” (Sant 4,6) Mirad con qué insistencia el nacimiento del Salvador nos recomienda la humildad. Viniendo a este mundo se anonadó a sí mismo y tomó forma de esclavo, pasando por un hombre cualquiera. (cf Fl 2,7)


¿Queréis ver riquezas aún más abundantes?...”No hay amor más grande que dar la vida por los amigos.” (Jn 15,13) Las riquezas de nuestra salvación y de nuestra gloria están en la sangre preciosa que nos ha rescatado y en la cruz del Señor.

martes, 23 de diciembre de 2014

Papa Francisco envía carta de Navidad a cristianos perseguidos de Medio Oriente

Papa Francisco envía carta de Navidad a cristianos perseguidos de Medio Oriente

VATICANO, 23 Dic. 14 / 09:46 am (ACI/EWTN Noticias).- La Santa Sede publicó hoy la carta que el Papa Francisco envió a los cristianos en Medio Oriente con motivo de la Navidad, para expresarles su cercanía y agradecerles su testimonio de fe a pesar de las persecuciones del Estado Islámico (ISIS), e instar nuevamente a la comunidad internacional a hacer todos los esfuerzos por detener la violencia “que ya ha causado demasiado daño”. “No están solos”, aseguró Francisco, “realmente espero tener la gracia de ir en persona a visitarlos y confortarlos”.

A continuación la carta completa del Papa Francisco:

''Queridos hermanos y hermanas: ‘¡Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de las misericordias y Dios de todo consuelo, que nos consuela en cualquier tribulación nuestra hasta el punto de poder consolar nosotros a los demás en cualquier lucha, mediante el consuelo con que nosotros mismos somos consolados por Dios!’

Fueron estas palabras del apóstol Pablo las que se me vinieron a la mente cuando pensaba dirigirme a ustedes, hermanos cristianos de Oriente Medio. Lo hago a las puertas de la Navidad, a sabiendas de que para muchos de ustedes las notas de los villancicos estarán mezcladas con lágrimas y suspiros. Sin embargo, el nacimiento del Hijo de Dios en nuestra carne humana es un misterio inefable de consolación: 'Pues se ha manifestado la gracia de Dios, que trae la salvación para todos los hombres'.

Por desgracia, nunca han faltado tribulación ni aflicción en Oriente Medio tanto en el pasado como recientemente. En los últimos meses se han agravado debido a los conflictos que afligen a la Región, pero especialmente por la actividad de una reciente y preocupante organización terrorista, de unas dimensiones nunca antes vistas, que comete todo tipo de abusos y prácticas inhumanas, golpeando especialmente a aquellos de ustedes que han sido brutalmente expulsados de sus tierras, en las que los cristianos están presentes desde la época apostólica.

Al dirigirme a ustedes, no puedo olvidarme de otros grupos religiosos y étnicos que sufren también la persecución y las consecuencias de estos conflictos. Sigo cada día las noticias del inmenso sufrimiento de tantas personas en Oriente Medio. Pienso especialmente en los niños, las madres, los ancianos, los desplazados y refugiados, los que pasan hambre, los que tienen que soportar la dureza del invierno sin un techo bajo el que protegerse. Este sufrimiento clama a Dios y apela al compromiso de todos nosotros, con la oración y todo tipo de iniciativas. Deseo hacer llegar a todos mi cercanía y solidaridad, así como la de la Iglesia, y dar una palabra de consuelo y esperanza.

Queridos hermanos y hermanas, que con valentía dan testimonio de Jesús en su tierra bendecida por el Señor, nuestro consuelo y nuestra esperanza es Cristo. Por tanto, los animo a permanecer unidos a Él, como los sarmientos a la vid, seguros de que ni la tribulación, la angustia o la persecución podrán separarnos de Él. Que la prueba que están atravesando fortalezca su fe y fidelidad.

Rezo para que vivan la comunión fraterna a ejemplo de la primera comunidad de Jerusalén. La unidad querida por nuestro Señor es más necesaria que nunca en estos tiempos difíciles; es un don de Dios que interpela a nuestra libertad y espera nuestra respuesta. Que la Palabra de Dios, los sacramentos, la oración y la fraternidad, alimenten y renueven continuamente sus comunidades.

La situación en que viven es una fuerte llamada a la santidad de vida, como así lo han atestiguado los santos y mártires de diversa pertenencia eclesial. Recuerdo con afecto y veneración a los Pastores y fieles a los que en los últimos tiempos se les ha pedido el sacrificio de la vida, a menudo por el mero hecho de ser cristianos. También pienso en las personas secuestradas, entre las cuales se encuentran algunos Obispos ortodoxos y sacerdotes de diversos ritos. ¡Ojalá puedan volver pronto sanos y salvos a sus casas y comunidades! Le pido a Dios que tanto sufrimiento unido a la cruz del Señor dé frutos abundantes para la Iglesia y los pueblos de Oriente Medio.

En medio de las enemistades y los conflictos, la comunión vivida entre ustedes, con fraternidad y sencillez, es un signo del Reino de Dios. Me alegro de las buenas relaciones y la cooperación entre los Patriarcas de las Iglesias orientales católicas y los Ortodoxos, así como entre los fieles de las diversas Iglesias. El sufrimiento que padecen los cristianos constituye una aportación inestimable a la causa de la unidad. Se trata del ecumenismo de la sangre, que requiere abandonarse confiadamente a la acción del Espíritu Santo.

¡Que puedan dar siempre testimonio de Jesús en medio de las dificultades! Su presencia es valiosa para Oriente Medio. Son un pequeño rebaño, pero con una gran responsabilidad en la tierra en que nació y se extendió el cristianismo. Son como la levadura en la masa. Antes que cualquiera de las actividades de la Iglesia en el ámbito de educativo, sanitario o asistencial, tan valoradas por todos, la mayor riqueza para la región son los cristianos, son ustedes. Gracias por su perseverancia.

Sus intentos por colaborar con personas de otras religiones, con judíos y musulmanes, es otro signo del Reino de Dios. El diálogo interreligioso es tanto más necesario cuanto más difícil es la situación. No hay otro camino. El diálogo basado en una actitud de apertura, en la verdad y el amor, es también el mejor antídoto contra la tentación del fundamentalismo religioso, que es una amenaza para los creyentes de todas las religiones. El diálogo es a la vez un servicio a la justicia y una condición necesaria para la tan deseada paz.

La mayor parte de ustedes vive en un ambiente de mayoría musulmana. Pueden ayudar a sus conciudadanos musulmanes a presentar con discernimiento una imagen más auténtica del Islam, como quieren muchos de ellos, que repiten que el Islam es una religión de paz, que se puede armonizar con el respeto de los derechos humanos y favorecer la convivencia de todos. Será algo bueno para ellos y para toda la sociedad. La dramática situación que viven nuestros hermanos cristianos en Irak, y también los Yazidíes y los miembros de otras comunidades religiosas y étnicas, exige por parte de todos los líderes religiosos una postura clara y valiente, para condenar unánimemente y sin rodeos esos crímenes, y denunciar la práctica de invocar la religión para justificarlos.

Queridos hermanos, casi todos ustedes son ciudadanos nativos de sus países y, por lo tanto, tienen el deber y el derecho de participar plenamente en la vida y crecimiento de su nación. En la Región están llamados a ser constructores de paz, de reconciliación y desarrollo, a promover el diálogo, construir puentes, según el espíritu de las bienaventuranzas, a proclamar el evangelio de la paz, dispuestos a colaborar con todas las autoridades nacionales e internacionales.

Deseo expresar mi especial reconocimiento y gratitud a todos ustedes, queridos hermanos Patriarcas, Obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, que acompañan con solicitud el camino de sus comunidades. ¡Qué preciosa es la presencia y actividad de los que se han consagrado totalmente al Señor y lo sirven en los hermanos, especialmente en los más necesitados, testimoniando su grandeza y su amor infinito! ¡Qué importante es la presencia de los Pastores junto a su rebaño, especialmente en los momentos de dificultad!

A ustedes, jóvenes, les mando un abrazo paternal. Rezo por su fe, por su crecimiento humano y cristiano, y para que sus mejores proyectos se cumplan. Y les repito: ''No tengan miedo ni vergüenza de ser cristianos. La relación con Jesús los hará disponibles para colaborar sin reservas con sus conciudadanos, con independencia de su afiliación religiosa''

A ustedes, ancianos, les hago llegar mis sentimientos de aprecio. Son la memoria de sus pueblos; espero que esta memoria sea semilla de crecimiento para las nuevas generaciones.

Me gustaría alentar a aquellos de ustedes que trabajan en las áreas tan importantes de la caridad y de la educación. Admiro el trabajo que están haciendo, especialmente a través de Cáritas y con la ayuda de otras organizaciones caritativas católicas de diferentes países, ayudando a todos sin distinción. A través del testimonio de la caridad, ofrecen el apoyo más valioso a la vida social y también contribuyen a la paz, de la que la Región está tan hambrienta como de pan. Pero también en el ámbito de la educación está en juego el futuro de la sociedad. Qué importante es la educación en la cultura del encuentro, del respeto de la dignidad de la persona y del valor absoluto de todo ser humano.

Queridos hermanos, aunque pocos en número, son protagonistas de la vida de la Iglesia y de los países en los que viven. Toda la Iglesia está con ustedes y los apoya, con gran afecto y estima por sus comunidades y su misión. Vamos a seguir ayudándolos con la oración y otros medios disponibles.

Al mismo tiempo, sigo instando a la Comunidad internacional para que venga en ayuda de sus necesidades y de las otras minorías que sufren; en primer lugar, promoviendo la paz a través de la negociación y la actividad diplomática, tratando de atajar y detener cuanto antes la violencia que ya ha causado demasiado daño. Reitero la más firme condena del tráfico de armas. Necesitamos en cambio proyectos e iniciativas de paz, para promover una solución global a los problemas de la Región. ¿Hasta cuándo tendrá que seguir sufriendo Oriente Medio por la falta de paz? No podemos resignarnos a los conflictos como si no fuera posible un cambio. En sintonía con mi peregrinación a Tierra Santa y el posterior encuentro de oración en el Vaticano con los Presidentes israelita y palestino, los invito a seguir orando por la paz en Oriente Medio. Que quien se vio obligado a abandonar sus tierras, pueda regresar y vivir con dignidad y seguridad. Que la asistencia humanitaria se incremente, siempre buscando el bien de la persona y de cada país, respetando su propia identidad, sin anteponer otros intereses. Que toda la Iglesia y la Comunidad internacional sean cada vez más conscientes de la importancia de su presencia en la Región.

Queridos hermanas y hermanos cristianos de Oriente Medio, tienen una gran responsabilidad y no están solos frente a ella. Por eso he querido escribirles para animarlos y para decirles lo valiosa que es su presencia y su misión en esta tierra bendecida por el Señor. Su testimonio me hace mucho bien. Gracias. Todos los días rezo por ustedes y sus intenciones. Les doy las gracias porque sé que ustedes, en sus sufrimientos, rezan por mí y por mi servicio a la Iglesia. Realmente espero tener la gracia de ir en persona a visitarlos y confortarlos. Que la Virgen María, la Santísima Madre de Dios y Madre nuestra, los acompañe y proteja siempre con su ternura. A todos ustedes y a sus familias imparto la Bendición Apostólica con el deseo de que vivan la Santa Navidad en el amor y la paz de Cristo Salvador''.

jueves, 18 de diciembre de 2014

Papa Francisco explica las tres características de los que se arrepienten de sus pecados

VATICANO, 16 Dic. 14 / 09:58 am (ACI).- Quedan pocos días para que llegue la Navidad, y la Liturgia de la Palabra de estos días de Tiempo de Adviento así lo indican. El Papa Francisco ha aprovechado la Misa de hoy en Santa Marta para hablar de la humildad y de los que se arrepienten y confían en Dios.

Los que se arrepienten de sus pecados son los que pertenecen al “pueblo de Dios” que posee las “tres características” de “humildad, pobreza, confianza en el Señor”. No obstante, están también los que “no han aceptado la corrección, no han confiado en el Señor”.

“Si tu corazón no es un corazón arrepentido, si no escuchas al Señor, no aceptas las correcciones y no confías en Él, tienes un corazón no arrepentido”, ha expresado el Pontífice.

La humildad salva al hombre y la soberbia le hace perderse. Así, la verdad está en el que acepta la corrección y confía en Dios. Al contrario, el soberbio es también arrogante, cerrado e impermeable a la voz de Dios.

Francisco ha comentado el pasaje del profeta Sofonías y el Evangelio de hoy. Los dos textos hablan de un juicio que tiene como resultado la salvación o la condena.

“Estos no pueden recibir la salvación. Ellos están cerrados a la salvación. ‘Dejaré en medio de ti un pueblo humilde y pobre; confiará en el nombre del Señor’ para toda la vida. Y esto hasta hoy, ¿no? Cuando vemos al santo pueblo de Dios que es humilde, que tiene sus riquezas en la fe en el Señor, en la confianza en el Señor – el pueblo humilde, pobre, que confía en el Señor: y estos son los salvados y éste es el camino de la Iglesia ¿no? Debe ir por este camino, no por otro camino que no escucha la voz, que no acepta la corrección y no confía en el Señor”.

El Evangelio, por su parte, habla de los dos hijos que son invitados por el padre a trabajar en la viña. Uno lo rechaza pero después se arrepiente y va, el otro le dice “sí” al padre pero después no trabaja. Jesús pone esta parábola a los jefes del pueblo como ejemplo de lo que ellos mismos hacen.

Estos hipócritas que se escandalizaban de esto que dice Jesús sobre los publicanos y las prostitutas, pero luego, a escondidas, iban a buscarlos o para desahogar sus pasiones o para hacer negocios –pero todo a escondidas– eran puros. Y a estos el Señor no los quiere.

Este juicio “nos da esperanza”, ha dicho el Papa, que ha contado la historia de un santo que pensaba haberle dado todo al Señor:

“Escuchaba al Señor, hacía todo según su voluntad, daba al Señor y el Señor: ‘Pero tú todavía no me has dado una cosa’. Y el pobre era tan bueno y dice: ‘Pero Señor, ¿qué cosa no te he dado?’ Te he dado mi vida, trabajo para los pobres, trabajo para la catequesis, trabajo aquí, trabajo allá…’ ‘Pero tú no me has dado algo todavía’. ¿Qué, Señor?’ ‘Tus pecados’. Cuando nosotros seamos capaces de decir al Señor: ‘Señor, estos son mis pecados – no son de aquel, de aquel…son los míos. Tómalos Tú y así yo estaré salvado– cuando nosotros seremos capaces de hacer esto, nosotros seremos aquel hermoso pueblo, ‘pueblo humilde y pobre’, que confía en el nombre del Señor. El Señor nos conceda esta gracia”.

La humildad salva al hombre y la soberbia le hace perderse.




martes, 9 de diciembre de 2014

Urgente Mañana Miércoles....

Hola hermanos(as),

Paz y bien:




Mañana todos a Misa, de las 19:00 horas, para acompañar al Padre Pablo, quien está de cumpleaños.




El sábado 13, se les cita a las 14 horas, en la San José, para arreglar y ornamentar el lugar, donde realizaremos la última reunión de servidores diocesanos.




Les saluda:




Pilar Reyes / Edith Sánchez

domingo, 7 de diciembre de 2014

Adviento: Sepa sobre qué tema predica el P. Cantalamessa al Papa Francisco

VATICANO, 05 Dic. 14 / 09:36 am (ACI/EWTN Noticias).- El Papa Francisco y la Curia Vaticana iniciaron este viernes las meditaciones de preparación para el Adviento, las cuales son dirigidas por el Predicador de la Casa Pontificia, P. Raniero Cantalamessa y que están centradas en “La Paz”.

“Si se pudiera escuchar el grito más fuerte que hay en el corazón de miles de personas, se oiría, en todas las lenguas del mundo, una sola palabra: ¡paz!”, afirmó el sacerdote capuchino en la primera predicación de Adviento al Papa Francisco y a la Curia Romana.

El religioso explicó que “cuando hablamos de paz”, pensamos casi siempre a una paz horizontal: “entre los pueblos, entre las razas, las clases sociales, las religiones”, pero “la palabra de Dios nos enseña que la paz primera y más esencial es la vertical, entre cielo y tierra, entre Dios y la humanidad”.

De ella dependen -indicó- todas las otras formas de paz. Y esto lo vemos en la narración misma de la creación. “Hasta que Adán y Eva están en paz con Dios, hay paz dentro de cada uno de ellos”, observó.

En ese sentido, afirmó que reflexionar sobre el don de la paz “nos ayudará a escuchar con oídos nuevos el anuncio navideño: ‘Paz en la tierra a los hombres que ama el Señor’".

El P. Cantalamessa llamó la atención sobre el anuncio fundamental sobre la Paz, palabras de San Pablo a los Romanos: “Justificados, entonces, por la fe, estamos en paz con Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo. Por él hemos alcanzado, mediante la fe, la gracia en la que estamos afianzados, y por él nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios".

Según informó la Santa Sede, el sermón del doce de diciembre se centrará en la paz como tarea en la que trabajar, en referencia a la frase del Sermón de la Montaña: ''Bienaventurados los artífices de paz''. La tercera meditación será sobre la paz como fruto del Espíritu, es decir la paz interior del alma.

Adviento: Sepa sobre qué tema predica el P. Cantalamessa al Papa Francisco

Catequesis del Papa Francisco sobre su viaje a Turquía

VATICANO, 03 Dic. 14 / 10:35 am (ACI).- Durante la Audiencia General de este miércoles, el Papa Francisco recordó su reciente peregrinación a Turquía, la cual afirmó estuvo protegida “desde el cielo” por el Beato Pablo VI, San Juan Pablo II y San Juan XXIII.

A continuación el texto completo gracias a la traducción de Radio Vaticana:

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Pero, no parece tan buena la jornada ¿eh? Es un poco feíta. Pero ustedes son valientes y a mal tiempo buena cara ¿eh? ¡Sigamos adelante!

Esta audiencia se desarrolla en dos lugares distintos, como hacemos cuando llueve: aquí en la plaza y luego están los enfermos en el Aula Pablo VI. Yo los he encontrado ya, los he saludado y ellos siguen la audiencia a través de la pantalla gigante, porque están enfermos y no pueden estar bajo de la lluvia. ¡Los saludamos desde aquí, con un aplauso, todos!

Hoy quiero compartir con ustedes algunas cosas de mi peregrinación en Turquía, desde el viernes pasado hasta el domingo. Como había pedido prepararlo y acompañarlo con la oración, ahora los invito a dar gracias al Señor por su realización y para que puedan nacer frutos de diálogo, ya sea en nuestras relaciones con los hermanos ortodoxos, que en aquellas con los musulmanes y en el camino hacia la paz entre los pueblos.

En primer lugar, siento el deber de renovar la expresión de mi reconocimiento al Presidente de la República turca, al Primer Ministro, al Presidente para los Asuntos Religiosos y a las otras Autoridades, que me han acogido con respeto y han garantizado el buen orden de los eventos. Y esto da trabajo, ¿no? Y ellos han hecho este trabajo con gusto. Agradezco fraternalmente a los Obispos de la Iglesia católica en Turquía, el Presidente de la Conferencia episcopal, tan bueno, y les agradezco por su compromiso con las comunidades católicas, como también agradezco al Patriarca Ecuménico, Su Santidad Bartolomé I, por la cordial acogida.

El beato Pablo VI y San Juan Pablo II, que visitaron ambos Turquía, y San Juan XXIII, que fue Delegado Pontificio en aquella nación, han protegido desde el cielo mi peregrinación, realizada ocho años después de aquella de mi predecesor Benedicto XVI. Aquella tierra es querida por todo cristiano, especialmente por haber sido la cuna del apóstol Pablo, por haber hospedado los primeros siete Concilios y por la presencia, cerca de Éfeso, de la “casa de María”. La tradición nos dice que allí vivió la Virgen, luego la venida del Espíritu Santo.

En la primera jornada del viaje apostólico, he saludado a las Autoridades del país, de gran mayoría musulmán, pero en cuya constitución se afirma la laicidad del Estado. Y con las Autoridades hemos hablado de la violencia. Precisamente, es el olvido de Dios y no su glorificación que genera la violencia. Por esto he insistido sobre la importancia de que cristianos y musulmanes se comprometan juntos por la solidaridad, por la paz y la justicia, afirmando que cada Estado debe asegurar a los ciudadanos y a las comunidades religiosas una real libertad de culto.

Hoy, antes de ir a saludar a los enfermos estuve con un grupo de cristianos e islámicos, que hicieron una reunión organizada por el Dicasterio del Diálogo Interreligioso, bajo la guía del Cardenal Tauran. Y también ellos expresaron este deseo de seguir adelante en este diálogo fraterno entre católicos, cristianos e islámicos.

En el segundo día he visitado algunos lugares-símbolo de las diversas confesiones religiosas presentes en Turquía. Lo hice sintiendo en el corazón la invocación al Señor, Dios del cielo y la tierra, Padre misericordioso de la entera humanidad. Centro de la jornada fue la Celebración Eucarística que vio reunidos en la Catedral a pastores y fieles de los diversos Ritos católicos presentes en Turquía. Asistieron también el Patriarca Ecuménico, el Vicario Patriarcal Armenio Apostólico, el Metropolita Siro-Ortodoxo y exponentes Protestantes. Juntos hemos invocado al Espíritu Santo, Aquel que hace la unidad de la Iglesia: unidad en la fe, unidad en la caridad, unidad en la cohesión interior. El Pueblo de Dios, en la riqueza de sus tradiciones y articulaciones, está llamado a dejarse guiar por el Espíritu Santo, en actitud constante de apertura, de docilidad y de obediencia. En nuestro camino de diálogo ecuménico y de nuestra unidad, de nuestra Iglesia católica, el que hace todo es el Espíritu Santo. A nosotros nos toca dejarlo hacer, acogerlo e ir detrás de sus inspiraciones.

El tercer y último día, fiesta de San Andrés Apóstol, ofreció el contexto ideal para consolidar las relaciones fraternales entre el Obispo de Roma, Sucesor de Pedro, y el Patriarca Ecuménico de Constantinopla, Sucesor de Andrés, hermano de Simón Pedro que ha fundado esa Iglesia.

He renovado con Su Santidad Bartolomé I, el compromiso mutuo de continuar en el camino hacia el restablecimiento de la plena comunión entre católicos y ortodoxos. Juntos suscribimos una declaración conjunta, una etapa ulterior de este camino. Fue particularmente significativo que este acto tuviera lugar al final de la solemne Liturgia de la fiesta de San Andrés, a la que asistí con gran alegría, y a la que siguió la doble bendición impartida por el Patriarca de Constantinopla y por el Obispo de Roma. La oración, de hecho, es la base para cada fructífero diálogo ecuménico bajo la guía del Espíritu Santo, que como dije, es quien hace la unidad.

El último encuentro – que ha sido bello y también doloroso – el último encuentro fue con un grupo de chicos prófugos, huéspedes de los Salesianos. Era muy importante para mí encontrar a algunos prófugos de las zonas de guerra del Oriente Medio, tanto para expresarles mi cercanía y la de la Iglesia, como para poner de relieve el valor de la hospitalidad, en la que también Turquía se ha comprometido mucho.

Agradezco una vez más a Turquía por esta hospitalidad con tantos prófugos y agradezco de corazón a los salesianos de Estambul: estos salesianos, trabajan con los prófugos, ¡son buenos! También he encontrado otros padres, un jesuita alemán y otros que trabajan con los prófugos; pero ese oratorio salesiano de los prófugos es una cosa bella y es un trabajo escondido. Agradezco tanto a todas esas personas que trabajan con los prófugos. Recemos por todos los prófugos y refugiados, y para que sean removidas las causas de esta herida dolorosa.

Queridos hermanos y hermanas, que Dios omnipotente y misericordioso siga protegiendo al pueblo turco, a sus gobernantes y a los representantes de las diferentes religiones. Que puedan construir juntos un futuro de paz, para que Turquía pueda representar un lugar de coexistencia pacífica entre las diferentes religiones y culturas. También rezamos para que por la intercesión de la Virgen María, el Espíritu Santo haga fecundo este viaje apostólico y favorezca el fervor misionero en la Iglesia, para anunciar a todos los pueblos, en el respeto y en el diálogo fraterno, que el Señor Jesús es verdad, paz y amor, sólo Él es el Señor. Gracias.





Catequesis del Papa Francisco sobre su viaje a Turquía

jueves, 4 de diciembre de 2014

Peregrinac​ión Cerro de la Virgen Lunes 8 de Diciembre.

Estimados hermanos el lunes 8 de diciembre a las 9,00 horas nos reuniremos como una gran familia y mostraremos nuestro amor y respeto a nuestra madre, la Virgen María.

Les pido de manera especial que nos reunamos en el pasaje de CASA BETANIA como renovación y traer panderos e instrumentos musicales para cantar alabanzas. También lleven pendones y carteles.

Es una instancia muy importante para hacer cuerpo y demostrar nuestra devoción a María Santísima.

Les recuerdo que tendremos la última reunión el sábado 13 de diciembre a las 14,30 horas y después un compartir.

No puedes faltar hay importantes noticias.


Bendiciones.

Pilar Reyes

Coordinadora Diocesana

sábado, 29 de noviembre de 2014

¿Somos como la corrupta Babilonia o la distraída Jerusalén?, pregunta el Papa Francisco

VATICANO, 27 Nov. 14 / 10:30 am (ACI/EWTN Noticias).- Cuando “se acumula el pecado se pierde la capacidad de reaccionar y uno comienza a degradarse”, advirtió el Papa Francisco en la Casa Santa Marta, donde llamó a los fieles a preguntarse si son corruptos como Babilonia o distraídos como Jerusalén, que no se sentía “necesitada de salvación”; asimismo, los exhortó a no dejarse “asustar por los paganos”, porque ellos “tienen su tiempo”.

En su homilía de este jueves, el Santo Padre reflexionó sobre Babilonia y Jerusalén, ciudades de las que hablan la Primera Lectura tomada del Apocalipsis y del Evangelio de San Lucas para llamar la atención sobre el fin del mundo.

Francisco señaló que ambas ciudades caen porque “no han acogido al Señor”, se han alejado de Él; sin embargo, la caída de cada una “se produce por motivos diferentes”.

Babilonia es el “símbolo del mal, del pecado” y “cae por corrupción”, se “sentía dueña del mundo y de sí misma”. Y cuando “se acumula el pecado se pierde la capacidad de reaccionar y uno comienza a degradarse”; así sucede también con las “personas corruptas, que no tienen fuerza para reaccionar”.

“Porque la corrupción te da alguna felicidad, te da poder y también te hace sentir satisfecho de ti mismo: no deja espacio para el Señor, para la conversión. La ciudad corrupta... Y esta palabra, ‘corrupción’ hoy nos dice tanto a nosotros: no sólo corrupción económica, sino corrupción con tantos pecados diversos; corrupción con ese espíritu pagano, con ese espíritu mundano. ¡La peor corrupción es el espíritu de la mundanidad!”, advirtió.

Francisco dijo que esta “cultura corrupta” “te hace sentir como en el Paraíso aquí, pleno, abundante”, pero “dentro, esa cultura corrupta es una cultura putrefacta”. En el símbolo de esta Babilonia “está toda sociedad, toda cultura, toda persona alejada de Dios, incluso alejada del amor al prójimo, que termina por pudrirse”. Y añadió que Jerusalén “cae por otro motivo”. Jerusalén es la esposa del Señor, pero no se da cuenta de las visitas del Esposo, “ha hecho llorar al Señor”.

“Babilonia cae por corrupción; Jerusalén por distracción, por no recibir al Señor que viene a salvarla. No se sentía necesitada de salvación. Tenía los escritos de los profetas, de Moisés y esto le bastaba. ¡Pero escritos cerrados! No dejaba espacio para ser salvada: ¡tenía las puertas cerradas para el Señor! El Señor llamaba a la puerta, pero no había disponibilidad para recibirlo, para escucharlo, para dejarse salvar por Él. Y cae…”, recordó.

En ese sentido, Francisco dijo que estos dos ejemplos “nos pueden hacer pensar en nuestra vida: ¿somos semejantes a la ‘corrupta y suficiente Babilonia’ o a la ‘distraída’ Jerusalén?”.

Sin embargo, “el mensaje de la Iglesia en estos días no termina con la destrucción: en ambos textos, hay una promesa de esperanza”. Jesús nos exhorta a levantar la cabeza, a no dejarse “asustar por los paganos”. Estos “tienen su tiempo y debemos soportarlo con paciencia, como ha soportado el Señor su Pasión”.

“Cuando pensemos en el fin, con todos nuestros pecados, con toda nuestra historia, pensemos en el banquete que gratuitamente nos será dado y levantemos la cabeza. Ninguna depresión: ¡esperanza! Pero la realidad es fea: hay tantos, tantos pueblos, ciudades y gente, tanta gente, que sufre; tantas guerras, tanto odio, tanta envidia, tanta mundanidad espiritual y tanta corrupción. ¡Sí, es verdad! ¡Todo esto sucederá! Pero pidamos al Señor la gracia de ser preparados para el banquete que nos espera, con la cabeza siempre levantada”, afirmó.

¿Somos como la corrupta Babilonia o la distraída Jerusalén?, pregunta el Papa Francisco

viernes, 28 de noviembre de 2014

El Juicio, el Cielo, el Purgatorio, el Infierno. La vida eterna

El Juicio, el Cielo, el Purgatorio, el Infierno. La vida eterna

Como conclusión de este mes de Noviembre -dedicado a los fieles difuntos- proponemos releer y meditar los párrafos que el Catecismo de la Iglesia Católica dedica a las realidades últimas (la muerte, el juicio, el cielo, el infierno , el purgatorio...). De ahí sacaremos motivos de esperanza y de optimismo, y un impulso nuevo para la pelea de cada jornada.

Con la muerte concluye el tiempo de realizar buenas obras y de merecer ante Dios. Para resucitar con Cristo, es necesario morir con Cristo, es necesario "dejar este cuerpo para ir a morar cerca del Señor" (2 Co 5,8).



CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA

Artículo 12 "CREO EN LA VIDA ETERNA"

1020 El cristiano que une su propia muerte a la de Jesús ve la muerte como una ida hacia El y la entrada en la vida eterna. Cuando la Iglesia dice por última vez las palabras de perdón de la absolución de Cristo sobre el cristiano moribundo, lo sella por última vez con una unción fortificante y le da a Cristo en el viático como alimento para el viaje. Le habla entonces con una dulce seguridad:

"Alma cristiana, al salir de este mundo, marcha en el nombre de Dios Padre Todopoderoso, que te creó, en el nombre de Jesucristo, Hijo de Dios vivo, que murió por ti, en el nombre del Espíritu Santo, que sobre ti descendió. Entra en el lugar de la paz y que tu morada esté junto a Dios en Sión, la ciudad santa, con Santa María Virgen, Madre de Dios, con San José y todos los ángeles y santos. ... Te entrego a Dios, y, como criatura suya, te pongo en sus manos, pues es tu Hacedor, que te formó del polvo de la tierra. Y al dejar esta vida, salgan a tu encuentro la Virgen María y todos los ángeles y santos. ... Que puedas contemplar cara a cara a tu Redentor..." (OEx. "Commendatio animae", Recomendación del alma).



I. EL JUICIO PARTICULAR

1021 La muerte pone fin a la vida del hombre como tiempo abierto a la aceptación o rechazo de la gracia divina manifestada en Cristo (cf. 2 Tm 1, 9-10). El Nuevo Testamento habla del juicio principalmente en la perspectiva del encuentro final con Cristo en su segunda venida; pero también asegura reiteradamente la existencia de la retribución inmediata después de la muerte de cada uno con consecuencia de sus obras y de su fe. La parábola del pobre Lázaro (cf. Lc 16, 22) y la palabra de Cristo en la Cruz al buen ladrón (cf. Lc 23, 43), así como otros textos del Nuevo Testamento (cf. 2 Co 5,8; Flp 1, 23; Hb 9, 27; 12, 23) hablan de un último destino del alma (cf. Mt 16, 26) que puede ser diferente para unos y para otros.

1022 Cada hombre, después de morir, recibe en su alma inmortal su retribución eterna en un juicio particular que refiere su vida a Cristo, bien a través de una purificación (cf. Cc de Lyon: DS 857-858; Cc de Florencia: DS 1304-1306; Cc de Trento: DS 1820), bien para entrar inmediatamente en la bienaventuranza del cielo (cf. Benedicto XII: DS 1000-1001; Juan XXII: DS 990), bien para condenarse inmediatamente para siempre (cf. Benedicto XII: DS 1002). "A la tarde te examinarán en el amor" (San Juan de la Cruz, dichos 64).



II. EL CIELO

1023 Los que mueren en la gracia y la amistad de Dios y están perfectamente purificados, viven para siempre con Cristo. Son para siempre semejantes a Dios, porque lo ven "tal cual es" (1 Jn 3, 2), cara a cara (cf. 1 Co 13, 12; Ap 22, 4):
Definimos con la autoridad apostólica: que, según la disposición general de Dios, las almas de todos los santos ... y de todos los demás fieles muertos después de recibir el bautismo de Cristo en los que no había nada que purificar cuando murieron;... o en caso de que tuvieran o tengan algo que purificar, una vez que estén purificadas después de la muerte ... aun antes de la reasunción de sus cuerpos y del juicio final, después de la Ascensión al cielo del Salvador, Jesucristo Nuestro Señor, estuvieron, están y estarán en el cielo, en el reino de los cielos y paraíso celestial con Cristo, admitidos en la compañía de los ángeles. Y después de la muerte y pasión de nuestro Señor Jesucristo vieron y ven la divina esencia con una visión intuitiva y cara a cara, sin mediación de ninguna criatura (Benedicto XII: DS 1000; cf. LG 49).


1024 Esta vida perfecta con la Santísima Trinidad, esta comunión de vida y de amor con Ella, con la Virgen María, los ángeles y todos los bienaventurados se llama "el cielo" . El cielo es el fin último y la realización de las aspiraciones más profundas del hombre, el estado supremo y definitivo de dicha.

1025 Vivir en el cielo es "estar con Cristo" (cf. Jn 14, 3; Flp 1, 23; 1 Ts 4,17). Los elegidos viven "en El", aún más, tienen allí, o mejor, encuentran allí su verdadera identidad, su propio nombre (cf. Ap 2, 17):
Pues la vida es estar con Cristo; donde está Cristo, allí está la vida, allí está el reino (San Ambrosio, Luc. 10,121).

1026 Por su muerte y su Resurrección Jesucristo nos ha "abierto" el cielo. La vida de los bienaventurados consiste en la plena posesión de los frutos de la redención realizada por Cristo quien asocia a su glorificación celestial a aquellos que han creído en El y que han permanecido fieles a su voluntad. El cielo es la comunidad bienaventurada de todos los que están perfectamente incorporados a El.

1027 Este misterio de comunión bienaventurada con Dios y con todos los que están en Cristo sobrepasa toda comprensión y toda representación. La Escritura nos habla de ella en imágenes: vida, luz, paz, banquete de bodas, vino del reino, casa del Padre, Jerusalén celeste, paraíso: "Lo que ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni al corazón del hombre llegó, lo que Dios preparó para los que le aman" (1 Co 2, 9).

1028 A causa de su transcendencia, Dios no puede ser visto tal cual es más que cuando El mismo abre su Misterio a la contemplación inmediata del hombre y le da la capacidad para ello. Esta contemplación de Dios en su gloria celestial es llamada por la Iglesia "la visión beatífica":
¡Cuál no será tu gloria y tu dicha!: Ser admitido a ver a Dios, tener el honor de participar en las alegrías de la salvación y de la luz eterna en compañía de Cristo, el Señor tu Dios, ...gozar en el Reino de los cielos en compañía de los justos y de los amigos de Dios, las alegrías de la inmortalidad alcanzada (San Cipriano, ep. 56,10,1).

1029 En la gloria del cielo, los bienaventurados continúan cumpliendo con alegría la voluntad de Dios con relación a los demás hombres y a la creación entera. Ya reinan con Cristo; con El "ellos reinarán por los siglos de los siglos' (Ap 22, 5; cf. Mt 25, 21.23).


III LA PURIFICACION FINAL O PURGATORIO

1030 Los que mueren en la gracia y en la amistad de Dios, pero imperfectamente purificados, aunque están seguros de su eterna salvación, sufren después de su muerte una purificación, a fin de obtener la santidad necesaria para entrar en la alegría del cielo.

1031 La Iglesia llama Purgatorio a esta purificación final de los elegidos que es completamente distinta del castigo de los condenados. La Iglesia ha formulado la doctrina de la fe relativa al Purgatorio sobre todo en los Concilios de Florencia (cf. DS 1304) y de Trento (cf. DS 1820: 1580). La tradición de la Iglesia, haciendo referencia a ciertos textos de la Escritura (por ejemplo 1 Co 3, 15; 1 P 1, 7) habla de un fuego purificador:
Respecto a ciertas faltas ligeras, es necesario creer que, antes del juicio, existe un fuego purificador, según lo que afirma Aquél que es la Verdad, al decir que si alguno ha pronunciado una blasfemia contra el Espíritu Santo, esto no le será perdonado ni en este siglo, ni en el futuro (Mt 12, 31). En esta frase podemos entender que algunas faltas pueden ser perdonadas en este siglo, pero otras en el siglo futuro (San Gregorio Magno, dial. 4, 39).

1032 Esta enseñanza se apoya también en la práctica de la oración por los difuntos, de la que ya habla la Escritura: "Por eso mandó [Judas Macabeo] hacer este sacrificio expiatorio en favor de los muertos, para que quedaran liberados del pecado" (2 M 12, 46). Desde los primeros tiempos, la Iglesia ha honrado la memoria de los difuntos y ha ofrecido sufragios en su favor, en particular el sacrificio eucarístico (cf. DS 856), para que, una vez purificados, puedan llegar a la visión beatífica de Dios. La Iglesia también recomienda las limosnas, las indulgencias y las obras de penitencia en favor de los difuntos:
Llevémosles socorros y hagamos su conmemoración. Si los hijos de Job fueron purificados por el sacrificio de su Padre (cf. Jb 1, 5), ¿por qué habríamos de dudar de que nuestras ofrendas por los muertos les lleven un cierto consuelo? No dudemos, pues, en socorrer a los que han partido y en ofrecer nuestras plegarias por ellos (San Juan Crisóstomo, hom. in 1 Cor 41, 5).


IV. EL INFIERNO

1033 Salvo que elijamos libremente amarle no podemos estar unidos con Dios. Pero no podemos amar a Dios si pecamos gravemente contra El, contra nuestro prójimo o contra nosotros mismos: "Quien no ama permanece en la muerte. Todo el que aborrece a su hermano es un asesino; y sabéis que ningún asesino tiene vida eterna permanente en él" (1 Jn 3, 15). Nuestro Señor nos advierte que estaremos separados de El si no omitimos socorrer las necesidades graves de los pobres y de los pequeños que son sus hermanos (cf. Mt 25, 31-46). Morir en pecado mortal sin estar arrepentido ni acoger el amor misericordioso de Dios, significa permanecer separados de El para siempre por nuestra propia y libre elección. Este estado de autoexclusión definitiva de la comunión con Dios y con los bienaventurados es lo que se designa con la palabra "infierno".

1034 Jesús habla con frecuencia de la "gehenna" y del "fuego que nunca se apaga" (cf. Mt 5,22.29; 13,42.50; Mc 9,43-48) reservado a los que, hasta el fin de su vida rehusan creer y convertirse , y donde se puede perder a la vez el alma y el cuerpo (cf. Mt 10, 28). Jesús anuncia en términos graves que "enviará a sus ángeles que recogerán a todos los autores de iniquidad..., y los arrojarán al horno ardiendo" (Mt 13, 41-42), y que pronunciará la condenación:" ¡Alejaos de Mí malditos al fuego eterno!" (Mt 25, 41).

1035 La enseñanza de la Iglesia afirma la existencia del infierno y su eternidad. Las almas de los que mueren en estado de pecado mortal descienden a los infiernos inmediatamente después de la muerte y allí sufren las penas del infierno, "el fuego eterno" (cf. DS 76; 409; 411; 801; 858; 1002; 1351; 1575; SPF 12). La pena principal del infierno consiste en la separación eterna de Dios en quien únicamente puede tener el hombre la vida y la felicidad para las que ha sido creado y a las que aspira.

1036 Las afirmaciones de la Escritura y las enseñanzas de la Iglesia a propósito del infierno son un llamamiento a la responsabilidad con la que el hombre debe usar de su libertad en relación con su destino eterno. Constituyen al mismo tiempo un llamamiento apremiante a la conversión: "Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que entran por ella; mas ¡qué estrecha la puerta y qué angosto el camino que lleva a la Vida!; y pocos son los que la encuentran" (Mt 7, 13-14) :
Como no sabemos ni el día ni la hora, es necesario, según el consejo del Señor, estar continuamente en vela. Así, terminada la única carrera que es nuestra vida en la tierra, mereceremos entrar con él en la boda y ser contados entre los santos y no nos mandarán ir, como siervos malos y perezosos, al fuego eterno, a las tinieblas exteriores, donde `habrá llanto y rechinar de dientes' (LG 48).

1037 Dios no predestina a nadie a ir al infierno (cf DS 397; 1567); para que eso suceda es necesaria una aversión voluntaria a Dios (un pecado mortal), y persistir en él hasta el final. En la liturgia eucarística y en las plegari as diarias de los fieles, la Iglesia implora la misericordia de Dios, que "quiere que nadie perezca, sino que todos lleguen a la conversión" (2 P 3, 9):
Acepta, Señor, en tu bondad, esta ofrenda de tus siervos y de toda tu familia santa, ordena en tu paz nuestros días, líbranos de la condenación eterna y cuéntanos entre tus elegidos (MR Canon Romano 88)


El Juicio, el Cielo, el Purgatorio, el Infierno. La vida eterna

miércoles, 26 de noviembre de 2014

Papa Francisco explica qué es el Cielo

VATICANO, 26 Nov. 14 / 09:43 am (ACI).- En su catequesis de este miércoles en la habitual audiencia general, el Papa Francisco explicó qué es el Cielo, el destino final después de la muerte hacia el cual camina toda la Iglesia.

“Un poco feo el día, pero ustedes son valientes. ¡Felicitaciones! Esperamos rezar juntos hoy”, comenzó el Papa. Efectivamente, el cielo amaneció encapotado en Roma y desde las primeras horas de la mañana la lluvia mojó el suelo de la ciudad. También los adoquines de la Plaza de San Pedro, llamados “San Pietrini” quedaron empapados por la lluvia.

Al día siguiente de su visita a los organismos oficiales de la Unión Europea en la ciudad francesa de Estrasburgo, el Pontífice resaltó que la “Iglesia que peregrina hacia el cielo”.

“Al presentar la Iglesia a los hombres de nuestro tiempo, el Concilio Vaticano II tenía bien presente un verdad fundamental, que no hay que olvidar jamás: la Iglesia no es una realidad estática, detenida, con fin en sí misma, sino que está continuamente en camino en la historia, hacia la meta última y maravillosa que es el Reino de los cielos, del cual la Iglesia en la tierra es el germen y el inicio”, indicó.

Sobre el fin de los tiempo es, el Papa dijo que “la Constitución conciliar Gaudium et spes (del Concilio Vaticano II), de frente a estos interrogantes que resuenan desde siempre en el corazón del hombre, afirma: ‘Ignoramos el tiempo en que se hará la consumación de la tierra y de la humanidad. Tampoco conocemos de qué manera se transformará el universo. La figura de este mundo, deformada por el pecado, pasa, pero Dios nos enseña que nos prepara una nueva morada y una nueva tierra donde habita la justicia y cuya bienaventuranza es capaz de saciar y rebasar todos los anhelos de paz que surgen en el corazón humano’”.

Para el Pontífice, la meta a la que aspira la Iglesia es la “Jerusalén nueva”, el “Paraíso” o el Cielo, como comúnmente se le conoce. Pero “más que de un lugar, se trata de un ‘estado’ del alma, en el cual nuestras expectativas más profundas serán cumplidas de manera superabundante y nuestro ser, como criaturas y como hijos de Dios, alcanzará la plena maduración”.

El Papa dijo luego que “es bello pensar en el cielo”, que “todos nos encontraremos allí”. Esto “da ¡fuerza al alma!”, exclamó.

En relación a esta idea, es también “bello” percibir “cómo hay una continuidad y una comunión de fondo entre la Iglesia que está en el cielo y aquella todavía en camino sobre la tierra”, porque, además, “aquellos que ya viven en la presencia de Dios, de hecho, nos pueden sostener e interceder por nosotros, rezar por nosotros”.

El Santo Padre dijo además que los cristianos también están invitados desde la tierra a “ofrecer buenas acciones, oraciones y la Eucaristía” para “aliviar las tribulaciones de las almas que todavía están esperando la beatitud sin fin”.

“El universo será renovado y liberado de una vez para siempre de todos los rastros del mal y de la misma muerte”, lo que “es llevar cada cosa a su plenitud de ser, de verdad, de belleza”.

Al finalizar la catequesis, saludó a los peregrinos que acudieron a escucharle provenientes de diversos lugares del mundo. Saludó también a los de lengua española, en particular a los de España, Argentina, México y a los llegados de otros países de Latinoamérica.

Papa Francisco explica qué es el Cielo

martes, 25 de noviembre de 2014

Los funerales de la mamá de Pilar Reyes.

Hermanos(as),

Paz y Bien:




Los funerales de la mamá de Pilar Reyes (Sra. Norma Uribe), se realizará mañana miércoles, después de la Misa que se ofrecerá por su Eterno Descanso, a las 11 A.M., en la Parroquia El Buen Pastor, de San Pedro.




Luego se realizará el funeral, hacia el Parque del Recuerdo de San Pedro de la Paz, camino hacia Coronel.




Acompañemos a nuestra hermana, a despedir a su mamá.







La Comunidad Jericó.
(Pdta.: en correo se informó que era a las 10, pero ya está confirmado, es a las 11 AM)

lunes, 24 de noviembre de 2014

Fallecimiento de la mamá de Pilar Reyes.

Mis hermanos en Cristo. En este instante acaba de fallecer, la Mama de nuestra coordinadora Pilar Reyes. Sus restos mortales serán velados en la Parroquia el Buen Pastor. En su momento se dará la hora en la cual sera trasladada a dicho lugar.



Patricio Zurita Olivera

martes, 18 de noviembre de 2014

RENOVACION CARISMATICA Este Sábado 22 de noviembre de 2014, a las 22 Horas: Vigilia de Cristo Rey

Sábado 22 de noviembre de 2014, a las 22 Horas:

RENOVACION CARISMATICA

Eres un pueblo apartado por Dios, escogido y restaurado para la gloria de nuestro Señor.

Eres soldado de Jesús y nuestro movimiento te llama a movilizarte.



Este sábado celebraremos una gran vigilia. Será una noche de poder, llena de prodigios y milagros.

Saldremos al encuentro de Jesucristo con cánticos de hosannas y aleluyas y lo proclamaremos como

CRISTO REY


Vigilia de Cristo Rey, desde las 22 horas, en el Gimnasio del Instituto de Humanidades. Está invitado el Monseñor, don Fernando Chomalí.

La Vigilia será un momento de Alabanzas, Adoración, Sanación, y todos los Milagros y Prodigios que Dios quiera manifestar a su pueblo, esa noche en particular, donde confesaremos a Jesucristo, como nuestro Único Señor, y Rey de Nuestras Vidas. Te esperamos, ven con tu familia, vecinos, amigos y enfermos.

Te esperamos hermano en estas dos actividades y lo podemos hacer porque somos un pueblo en movimiento, somos guerreros de Dios y todo lo podemos porque Jesús es nuestra fuerza.


Sábado 22 de noviembre de 2014, a las 10 Horas: nuestra iglesia nos invita a las 10.30 de la mañana a decir si a la vida y a defenderla

Sábado 22 de noviembre de 2014, a las 10 Horas:
A las 10:00 Horas, nos reuniremos con los hermanos de la diócesis de Concepción, en al Atrio de la Catedral, para apoyar la marcha por la Vida. Hay que llevar Globos Blancos y Carteles alusivos al Vida como un Don Divino.



SI A LA VIDA Y NO AL ABORTO

domingo, 16 de noviembre de 2014

divorciados vueltos a casar no pueden comulgar ni confesarse si no se arrepienten

Cita Trento y el magisterio de San Juan Pablo II

Doctrina de la Fe: divorciados vueltos a casar no pueden comulgar ni confesarse si no se arrepienten

La Congregación para la Doctrina de la Fe ha hecho público un «responsum» (respuesta oficial) a un sacerdote francés, que preguntaba si podía conceder la absolución sacramental a un fiel que se había divorciado y vuelto a casar. Mons. Ladaria, arzobispo secretario del dicasterio, cita la doctrina del concilio de Trento sobre el sacramento de la penitencia e indica que no puede darse la absolución si no hay certeza de una verdadera contrición, que consiste en «un intenso dolor y detestación del pecado cometido, con propósito de no pecar en adelante».

InfoCatólica) En el responsum, firmado por Mons. Ladaria, con fecha 22 de octubre de 2014, se afirma que no se puede excluir a priori un proceso penitencial para los fieles divorciados vueltos a casar, que tendría como fin el acceso a los sacramentos de la Penitencia y la Eucarístía. Y cita la exhortación apostólica Familiaris Consortio de San Juan Pablo II, Papa:


La reconciliación en el sacramento de la penitencia –que les abriría el camino al sacramento eucarístico– puede darse únicamente a los que, arrepentidos de haber violado el signo de la Alianza y de la fidelidad a Cristo, están sinceramente dispuestos a una forma de vida que no contradiga la indisolubilidad del matrimonio. Esto lleva consigo concretamente que cuando el hombre y la mujer, por motivos serios, –como, por ejemplo, la educación de los hijos– no pueden cumplir la obligación de la separación, «asumen el compromiso de vivir en plena continencia, o sea de abstenerse de los actos propios de los esposos»

Es por ello que la Congregación para la Doctrina de la Fe dispone que se tome en consideración los siguientes puntos:
1.Verificar la validez del matrimonio religioso respetando la verdad, evitando en todo momento dar la impresión de que se produce una especie de «divorcio católico».
2.Ver eventualmente si las personas, con la ayuda de la gracia, pueden separarse de sus nuevas parejas y reconciliarse con aquellos de quiénes se habían separado.
3.Invitar a las personas vueltas a casar que, por razones serias (por ejemplo, los hijos), no pueden separarse de sus pareja, a que vivan como «hermano y hermana».

Tras dichas recomendaciones, Mons. Ladaria recuerda el magisterio dogmático del concilio de Trento sobre las condiciones del sacramento de la penitencia e indica que los divorciados vueltos a casar deben hacer el firme propósito de no pecar para recibir la absolución.

jueves, 13 de noviembre de 2014

Papa Francisco: ¡Detengan las persecuciones contra los cristianos!

VATICANO, 12 Nov. 14 / 05:01 pm (ACI/EWTN Noticias).- Al término de la Audiencia General, el Papa Francisco lanzó un apremiante llamado a la comunidad internacional a detener las persecuciones contra los cristianos en diversas partes del mundo y alentó a los obispos, sacerdotes y fieles a “permanecer arraigados y firmes en la esperanza”.

“Con gran preocupación sigo los dramáticos sufrimientos de los cristianos que en varias partes del mundo son perseguidos y asesinados por su credo religioso. Siento la necesidad de expresar mi profunda cercanía espiritual a las comunidades cristianas duramente golpeadas por una violencia absurda, que no parece detenerse, mientras aliento a los Pastores y a todos los fieles a permanecer arraigados y firmes en la esperanza”, expresó Francisco.

En ese sentido, “una vez más dirijo un apremiante llamamiento a cuantos tienen responsabilidades políticas a nivel local e internacional, así como a todas las personas de buena voluntad, para que se ponga en marcha una vasta movilización de conciencias en favor de los cristianos perseguidos”.

“Ellos –recordó-, tienen el derecho de encontrar en sus propios países seguridad y serenidad, profesando libremente su propia fe. Y ahora, por todos los cristianos perseguidos porque son cristianos, invito a rezar un Padrenuestro”.

El 4 de noviembre la fundación de la Santa Sede, Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), publicó su Informe sobre Libertad Religiosa en el mundo (2012-2014), que señala que a nivel mundial los cristianos siguen siendo la denominación religiosa más perseguida.

Papa Francisco: ¡Detengan las persecuciones contra los cristianos!




miércoles, 12 de noviembre de 2014

Papa Francisco: Ni perezosos ni patrones, sino cristianos servidores

VATICANO, 11 Nov. 14 / 10:53 am (ACI/EWTN Noticias).- En el servicio humilde está la fuerza y la alegría del cristiano, afirmó este martes el Papa Francisco durante la Misa en la Casa Santa Marta, donde exhortó a no ser cristianos perezosos o creerse patrones de la fe, que quieren al Señor “para su grupito” y convierten la actitud de servicio en una estructura de poder.

Durante su homilía, el Santo Padre reflexionó sobre lo que significa el servicio para un cristiano, aprovechando la parábola del “siervo inútil” que después de una larga jornada de trabajo, llega a su casa no para descansar, sino para servir a su señor.

“Alguno de nosotros aconsejaría a este siervo que vaya a pedir algún consejo al sindicato, para ver cómo hacer con un patrón de este tipo. Pero Jesús dice: ‘No, El servicio es total’, porque Él ha hecho camino con esta actitud de servicio; Él es el siervo”, señaló el Papa.

Francisco explicó que Cristo “se presenta como el siervo, aquel que ha venido a servir y no a ser servido: así lo dice, claramente. Y así, el Señor hace sentir a los apóstoles el camino de aquellos que han recibido la fe, aquella fe que hace milagros. Sí, esta fe hará milagros por el camino del servicio”.

En ese sentido, advirtió que un cristiano que no lleva adelante el don de la fe -recibida en el Bautismo-, por el camino del servicio, “se convierte en un cristiano sin fuerza, sin fecundidad”; y al final se convierte en “un cristiano para sí mismo, para servirse a sí mismo”, de modo que su vida es una “vida triste”, puesto que “tantas cosas grandes del Señor” son “derrochadas”.

Cristo, explicó el Papa, nos dice que “el servicio es único”, porque no se puede servir a dos patrones: “O a Dios, o a las riquezas”. Nosotros podemos alejarnos de esta “actitud de servicio, ante todo, por un poco de pereza”, pero ello hará tibio el corazón porque “la pereza te vuelve cómodo”.

“La pereza nos aleja del servicio y nos lleva a la comodidad, al egoísmo. Tantos cristianos así… son buenos, van a Misa, pero el servicio hasta acá… Y cuando digo servicio, digo todo: servicio a Dios en la adoración, en la oración, en las alabanzas; servicio al prójimo, cuando debo hacerlo; servicio hasta el final, porque Jesús en esto es fuerte: ‘Así también ustedes, cuando habrán hecho todo aquello que les ha sido ordenado, ahora digan somos siervos inútiles’. Servicio gratuito, sin pedir nada”, señaló.

Francisco añadió que la otra posibilidad de alejarnos de la actitud de servicio “es un poco la de adueñarnos de las situaciones”. Algo que “ha sucedido a los discípulos, a los mismos apóstoles”, que “alejaban a la gente para que no molestaran a Jesús, pero para estar cómodos ellos”.

Los discípulos “se adueñaban del tiempo del Señor, se adueñaban del poder del Señor: lo querían para su grupito”; y después “se adueñaban de esta actitud de servicio, transformándolo en una estructura de poder”. Algo que se comprende observando la discusión acerca de quién era el más grande entre Santiago y Juan. Y la madre que “va a pedir al Señor que uno de sus hijos sea el primer ministro y el otro el ministro de economía, con todo el poder en sus manos”.

El Papa advirtió que esto sucede también hoy cuando “los cristianos se vuelven patrones: patrones de la fe, patrones del Reino, patrones de la Salvación”. Esto “sucede, es una tentación para todos los cristianos”. En cambio, recordó, el Señor nos habla de servicio: “servicio en humildad, servicio en esperanza, y ésta es la alegría del servicio cristiano”.

“En la vida debemos luchar tanto contras las tentaciones que tratan de alejarnos de esta actitud de servicio. La pereza lleva a la comodidad: servicio a la mitad; y el adueñarnos de la situación, y de siervo convertirse en patrón, que lleva a la soberbia, al orgullo, a tratar mal a la gente, a sentirse importantes ‘porque soy cristiano, tengo la salvación, y tantas cosas así. Que el Señor nos dé estas dos gracias grandes: la humildad en el servicio, a fin de que podamos decir: ‘Somos siervos inútiles – pero siervos – hasta el final; y la esperanza en espera de la manifestación, cuando el Señor venga a encontrarnos”, concluyó.

Papa Francisco: Ni perezosos ni patrones, sino cristianos servidores

jueves, 6 de noviembre de 2014

Seis consejos para mantener lejos al demonio

ROMA, 06 Nov. 14 / 02:03 am (ACI/EWTN Noticias).- Valter Cascioli, médico psiquiatra y portavoz de la Asociación Internacional de Exorcistas, ofreció seis consejos para evitar las asechanzas del demonio.

En una entrevista concedida a ACI Prensa el 31 de octubre, Cascioli recordó que el demonio es real y la Biblia lo recoge hasta en 118 citas, 34 en el Antiguo Testamento y 84 en el Nuevo Testamento, donde el diablo aparece con distintos nombres como satanás, el maligno, o el príncipe de este mundo.

A partir del Nuevo Testamento, Cascioli explica que el exorcismo “es un ministerio de consolación y de liberación” que “nos lo delegó Jesús a través de los apóstoles, a los discípulos, y en la sucesión apostólica a los obispos y a los sacerdotes que ellos nombran, los sacerdotes exorcistas”.

“La tarea es la de proteger de la influencia del maligno y liberar a esas personas que son víctimas”, añade.

Cascioli asegura que para mantener lejos al demonio, los cristianos deben vivir la propia fe, estar en gracia de Dios,seguir el magisterio de la Iglesia Católica y seguir los Diez Mandamientos, pero además, afirma que se pueden seguir “unas simples reglas” que pueden ayudar mucho:

1. Convertirse a Cristo: “Cambiar de vida, quien vive en el pecado debe decidirse por Cristo”.

2. Confesarse: “No hay sacramento más importante que el de la confesión, la reconciliación, el perdón. Hay muchas personas que viven de las consecuencias del mal a causa del no perdón”.

3. Participar en la celebración de la Eucaristía: “Aconsejamos a todos a vivir una vida sacramental, y después de la confesión es necesario el sacramento de la Eucaristía dentro de la celebración eucarística”.

4. Hablar con Dios. La oración es muy importante, porque atrae la gracia de Dios y protege de muchas cosas.

5. Profundizar en nuestra fe con la comunidad. Cascioli explica que las personas en dificultad deben hacer un camino de fe dentro de la Iglesia, y seguir una comunidad o un movimiento eclesiástico. “Nosotros citamos uno: Renovación Carismática Católica, que cuenta con más de 100 millones de personas”.

6. Alejarse del pecado es alejarse del diablo. “Demasiadas personas vienen a nosotros porque tienen miedo del diablo, pero no tienen miedo del pecado, no se protegen. Por eso es fundamental evitar estas consecuencias nefastas, físicas, psicológicas, morales, espirituales”.

El experto explicó que muchas personas sufren por años antes de ser liberadas del maligno. “Cuando vemos que se convierten a Cristo, cuando confiesan sus pecados, cuando toman distancia de una vida desordenada, es cuando consiguen liberarse, la serenidad y la paz vuelven a ellos y se curan”, y “si estas reglas fueran aplicadas podrían ayudar a muchas personas”

El experto afirma que el aumento de estos fenómenos obedece a la disminución de la fe en la sociedad y al aumento del interés y las prácticas relacionadas con el mundo del esoterismo, ocultismo y satanismo.

Sobre la extendida celebración de Halloween la noche previa a la Fiesta de Todos los Santos, Cascioli explica que esa noche esconde una problemática muy seria bajo la ridiculización de la muerte.

“No sé si todos conocen la realidad detrás del ‘truco o trato’ de Halloween… Se convierte en un pretexto para atraer a los jóvenes en fiestas donde por desgracia haría mucho bien alejarse”.

“Para los ocultistas y los satanistas –afirma-, la noche del 31 de octubre es precisamente una ocasión propicia para cumplir ritos mágicos, sacrilegios, profanaciones de cementerios y maleficios, porque en este día se celebra el fin de año satánico. Razón por la que se hacen misas negras, ritos de adoración, de iniciación y de consagración a satanás”.

Por último, el experto señala que aunque la Asociación Internacional de Exorcistas está formada por 250 exorcistas, existen muchos más en el mundo. “Sabemos que en algunos países del mundo no tienen exorcistas, la actividad demoniaca y sus consecuencias están extendidas por todo el mundo. No es un fenómeno socio-cultural, está extendido en todo el mundo, y esto nos dice muchas cosas”.

El psiquiatra indicó que el número de exorcistas ha aumentado en los últimos años, aunque todavía existen países en el mundo que necesitan la presencia de estos. “Yo digo siempre que es una exigencia, se está convirtiendo en una emergencia pastoral porque está en aumento el número de molestias debido a la actividad demoniaca extraordinaria, posesiones y obsesiones con el demonio están en aumento, por tanto, se está convirtiendo en una emergencia pastoral y surge la necesidad de hacer frente a esta situación, especialmente gracias a la obra de los exorcistas”, concluyó.

Seis consejos para mantener lejos al demonio

LA ECONOMÍA SACRAMENTAL

LA ECONOMÍA SACRAMENTAL

CAPÍTULO PRIMERO:
EL MISTERIO PASCUAL EN EL TIEMPO DE LA IGLESIA

ARTÍCULO 2
EL MISTERIO PASCUAL EN LOS SACRAMENTOS DE LA IGLESIA

1113 Toda la vida litúrgica de la Iglesia gira en torno al Sacrificio Eucarístico y los sacramentos (cf SC 6). Hay en la Iglesia siete sacramentos: Bautismo, Confirmación o Crismación, Eucaristía, Penitencia, Unción de los enfermos, Orden sacerdotal y Matrimonio (cf DS 860; 1310; 1601). En este artículo se trata de lo que es común a los siete sacramentos de la Iglesia desde el punto de vista doctrinal. Lo que les es común bajo el aspecto de la celebración se expondrá en el capítulo segundo, y lo que es propio de cada uno de ellos será objeto de la segunda sección.

I. Sacramentos de Cristo

1114 "Adheridos a la doctrina de las Santas Escrituras, a las tradiciones apostólicas [...] y al parecer unánime de los Padres", profesamos que "los sacramentos de la nueva Ley [...] fueron todos instituidos por nuestro Señor Jesucristo" (DS 1600-1601).

1115 Las palabras y las acciones de Jesús durante su vida oculta y su ministerio público eran ya salvíficas. Anticipaban la fuerza de su misterio pascual. Anunciaban y preparaban aquello que Él daría a la Iglesia cuando todo tuviese su cumplimiento. Los misterios de la vida de Cristo son los fundamentos de lo que en adelante, por los ministros de su Iglesia, Cristo dispensa en los sacramentos, porque "lo [...] que era visible en nuestro Salvador ha pasado a sus misterios" (San León Magno, Sermo 74, 2).

1116 Los sacramentos, como "fuerzas que brotan" del Cuerpo de Cristo (cf Lc 5,17; 6,19; 8,46) siempre vivo y vivificante, y como acciones del Espíritu Santo que actúa en su Cuerpo que es la Iglesia, son "las obras maestras de Dios" en la nueva y eterna Alianza.

II. Sacramentos de la Iglesia

1117 Por el Espíritu que la conduce "a la verdad completa" (Jn 16,13), la Iglesia reconoció poco a poco este tesoro recibido de Cristo y precisó su "dispensación", tal como lo hizo con el canon de las Sagradas Escrituras y con la doctrina de la fe, como fiel dispensadora de los misterios de Dios (cf Mt 13,52; 1 Co 4,1). Así, la Iglesia ha precisado a lo largo de los siglos, que, entre sus celebraciones litúrgicas, hay siete que son, en el sentido propio del término, sacramentos instituidos por el Señor.

1118 Los sacramentos son "de la Iglesia" en el doble sentido de que existen "por ella" y "para ella". Existen "por la Iglesia" porque ella es el sacramento de la acción de Cristo que actúa en ella gracias a la misión del Espíritu Santo. Y existen "para la Iglesia", porque ellos son "sacramentos [...] que constituyen la Iglesia" (San Agustín, De civitate Dei 22, 17; Santo Tomás de Aquino, Summa theologiae 3, q.64, a. 2 ad 3), ya que manifiestan y comunican a los hombres, sobre todo en la Eucaristía, el misterio de la Cocmunión del Dios Amor, uno en tres Personas.

1119 Formando con Cristo-Cabeza "como una única [...] persona mística" (Pío XII, enc. Mystici Corporis), la Iglesia actúa en los sacramentos como "comunidad sacerdotal" "orgánicamente estructurada" (LG 11): gracias al Bautismo y la Confirmación, el pueblo sacerdotal se hace apto para celebrar la liturgia; por otra parte, algunos fieles "que han recibido el sacramento del Orden están instituidos en nombre de Cristo para ser los pastores de la Iglesia con la palabra y la gracia de Dios" (LG 11).

1120 El ministerio ordenado o sacerdocio ministerial (LG 10) está al servicio del sacerdocio bautismal. Garantiza que, en los sacramentos, sea Cristo quien actúa por el Espíritu Santo en favor de la Iglesia. La misión de salvación confiada por el Padre a su Hijo encarnado es confiada a los Apóstoles y por ellos a sus sucesores: reciben el Espíritu de Jesús para actuar en su nombre y en su persona (cf Jn 20,21-23; Lc 24,47; Mt 28,18-20). Así, el ministro ordenado es el vínculo sacramental que une la acción litúrgica a lo que dijeron y realizaron los Apóstoles, y por ellos a lo que dijo y realizó Cristo, fuente y fundamento de los sacramentos.

1121 Los tres sacramentos del Bautismo, de la Confirmación y del Orden sacerdotal confieren, además de la gracia, un carácter sacramental o "sello" por el cual el cristiano participa del sacerdocio de Cristo y forma parte de la Iglesia según estados y funciones diversos. Esta configuración con Cristo y con la Iglesia, realizada por el Espíritu, es indeleble (Concilio de Trento: DS 1609); permanece para siempre en el cristiano como disposición positiva para la gracia, como promesa y garantía de la protección divina y como vocación al culto divino y al servicio de la Iglesia. Por tanto, estos sacramentos no pueden ser reiterados.

III. Sacramentos de la fe

1122 Cristo envió a sus Apóstoles para que, "en su Nombre, proclamasen a todas las naciones la conversión para el perdón de los pecados" (Lc 24,47). "Haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo" (Mt 28,19). La misión de bautizar, por tanto la misión sacramental, está implicada en la misión de evangelizar, porque el sacramento es preparado por la Palabra de Dios y por la fe que es consentimiento a esta Palabra:


«El pueblo de Dios se reúne, sobre todo, por la palabra de Dios vivo [...] Necesita la predicación de la palabra para el ministerio mismo de los sacramentos. En efecto, son sacramentos de la fe que nace y se alimenta de la palabra» (PO 4).

1123 "Los sacramentos están ordenados a la santificación de los hombres, a la edificación del Cuerpo de Cristo y, en definitiva, a dar culto a Dios, pero, como signos, también tienen un fin instructivo. No sólo suponen la fe, también la fortalecen, la alimentan y la expresan con palabras y acciones; por se llaman sacramentos de la fe" (SC 59).

1124 La fe de la Iglesia es anterior a la fe del fiel, el cual es invitado a adherirse a ella. Cuando la Iglesia celebra los sacramentos confiesa la fe recibida de los apóstoles, de ahí el antiguo adagio: Lex orandi, lex credendi (o: Legem credendi lex statuat supplicandi). "La ley de la oración determine la ley de la fe" (Indiculus, c. 8: DS 246), según Próspero de Aquitania, (siglo V). La ley de la oración es la ley de la fe. La Iglesia cree como ora. La liturgia es un elemento constitutivo de la Tradición santa y viva (cf. DV 8).

1125 Por eso ningún rito sacramental puede ser modificado o manipulado a voluntad del ministro o de la comunidad. Incluso la suprema autoridad de la Iglesia no puede cambiar la liturgia a su arbitrio, sino solamente en virtud del servicio de la fe y en el respeto religioso al misterio de la liturgia.

1126 Por otra parte, puesto que los sacramentos expresan y desarrollan la comunión de fe en la Iglesia, la lex orandi es uno de los criterios esenciales del diálogo que intenta restaurar la unidad de los cristianos (cf UR 2 y 15).

IV. Sacramentos de la salvación

1127 Celebrados dignamente en la fe, los sacramentos confieren la gracia que significan (cf Concilio de Trento: DS 1605 y 1606). Son eficaces porque en ellos actúa Cristo mismo; Él es quien bautiza, Él quien actúa en sus sacramentos con el fin de comunicar la gracia que el sacramento significa. El Padre escucha siempre la oración de la Iglesia de su Hijo que, en la epíclesis de cada sacramento, expresa su fe en el poder del Espíritu. Como el fuego transforma en sí todo lo que toca, así el Espíritu Santo transforma en vida divina lo que se somete a su poder.

1128 Tal es el sentido de la siguiente afirmación de la Iglesia (cf Concilio de Trento: DS 1608): los sacramentos obran ex opere operato (según las palabras mismas del Concilio: "por el hecho mismo de que la acción es realizada"), es decir, en virtud de la obra salvífica de Cristo, realizada de una vez por todas. De ahí se sigue que "el sacramento no actúa en virtud de la justicia del hombre que lo da o que lo recibe, sino por el poder de Dios" (Santo Tomás de Aquino, S. Th., 3, q. 68, a.8, c). En consecuencia, siempre que un sacramento es celebrado conforme a la intención de la Iglesia, el poder de Cristo y de su Espíritu actúa en él y por él, independientemente de la santidad personal del ministro. Sin embargo, los frutos de los sacramentos dependen también de las disposiciones del que los recibe.

1129 La Iglesia afirma que para los creyentes los sacramentos de la Nueva Alianza son necesarios para la salvación (cf Concilio de Trento: DS 1604). La "gracia sacramental" es la gracia del Espíritu Santo dada por Cristo y propia de cada sacramento. El Espíritu cura y transforma a los que lo reciben conformándolos con el Hijo de Dios. El fruto de la vida sacramental consiste en que el Espíritu de adopción deifica (cf 2 P 1,4) a los fieles uniéndolos vitalmente al Hijo único, el Salvador.

V. Sacramentos de la vida eterna

1130 La Iglesia celebra el Misterio de su Señor "hasta que él venga" y "Dios sea todo en todos" (1 Co 11, 26; 15, 28). Desde la era apostólica, la liturgia es atraída hacia su término por el gemido del Espíritu en la Iglesia: ¡Marana tha! (1 Co 16,22). La liturgia participa así en el deseo de Jesús: "Con ansia he deseado comer esta Pascua con vosotros [...] hasta que halle su cumplimiento en el Reino de Dios" (Lc 22,15-16). En los sacramentos de Cristo, la Iglesia recibe ya las arras de su herencia, participa ya en la vida eterna, aunque "aguardando la feliz esperanza y la manifestación de la gloria del Gran Dios y Salvador nuestro Jesucristo" (Tt 2,13). "El Espíritu y la Esposa dicen: ¡Ven! [...] ¡Ven, Señor Jesús!" (Ap 22,17.20).


Santo Tomás resume así las diferentes dimensiones del signo sacramental: «Unde sacramentum est signum rememorativum eius quod praecessit, scilicet passionis Christi; et desmonstrativum eius quod in nobis efficitur per Christi passionem, scilicet gratiae; et prognosticum, id est, praenuntiativum futurae gloriae» («Por eso el sacramento es un signo que rememora lo que sucedió, es decir, la pasión de Cristo; es un signo que demuestra lo que se realiza en nosotros en virtud de la pasión de Cristo, es decir, la gracia; y es un signo que anticipa, es decir, que preanuncia la gloria venidera») (Summa theologiae 3, q. 60, a. 3, c.)

Resumen

1131 Los sacramentos son signos eficaces de la gracia, instituidos por Cristo y confiados a la Iglesia por los cuales nos es dispensada la vida divina. Los ritos visibles bajo los cuales los sacramentos son celebrados significan y realizan las gracias propias de cada sacramento. Dan fruto en quienes los reciben con las disposiciones requeridas.

1132 La Iglesia celebra los sacramentos como comunidad sacerdotal estructurada por el sacerdocio bautismal y el de los ministros ordenados.

1133 El Espíritu Santo dispone a la recepción de los sacramentos por la Palabra de Dios y por la fe que acoge la Palabra en los corazones bien dispuestos. Así los sacramentos fortalecen y expresan la fe.

1134 El fruto de la vida sacramental es a la vez personal y eclesial. Por una parte, este fruto es para todo fiel la vida para Dios en Cristo Jesús: por otra parte, es para la Iglesia crecimiento en la caridad y en su misión de testimonio.

LA ECONOMÍA SACRAMENTAL

EL PURGATORIO.

1030 Los que mueren en la gracia y en la amistad de Dios, pero imperfectamente purificados, aunque están seguros de su eterna salvación, sufren después de su muerte una purificación, a fin de obtener la santidad necesaria para entrar en la alegría del cielo.

1031 La Iglesia llama Purgatorio a esta purificación final de los elegidos que es completamente distinta del castigo de los condenados. La Iglesia ha formulado la doctrina de la fe relativa al Purgatorio sobre todo en los Concilios de Florencia (cf. DS 1304) y de Trento (cf. DS 1820: 1580). La tradición de la Iglesia, haciendo referencia a ciertos textos de la Escritura (por ejemplo 1 Co 3, 15; 1 P 1, 7) habla de un fuego purificador: Respecto a ciertas faltas ligeras, es necesario creer que, antes del juicio, existe un fuego purificador, según lo que afirma Aquél que es la Verdad, al decir que si alguno ha pronunciado una blasfemia contra el Espíritu Santo, esto no le será perdonado ni en este siglo, ni en el futuro (Mt 12, 31). En esta frase podemos entender que algunas faltas pueden ser perdonadas en este siglo, pero otras en el siglo futuro (San Gregorio Magno, dial. 4, 39).

1032 Esta enseñanza se apoya también en la práctica de la oración por los difuntos, de la que ya habla la Escritura: "Por eso mandó [Judas Macabeo] hacer este sacrificio expiatorio en favor de los muertos, para que quedaran liberados del pecado" (2 M 12, 46). Desde los primeros tiempos, la Iglesia ha honrado la memoria de los difuntos y ha ofrecido sufragios en su favor, en particular el sacrificio eucarístico (cf. DS 856), para que, una vez purificados, puedan llegar a la visión beatífica de Dios. La Iglesia también recomienda las limosnas, las indulgencias y las obras de penitencia en favor de los difuntos:
Llevémosles socorros y hagamos su conmemoración. Si los hijos de Job fueron purificados por el sacrificio de su Padre (cf. Jb 1, 5), ¿por qué habríamos de dudar de que nuestras ofrendas por los muertos les lleven un cierto consuelo? No dudemos, pues, en socorrer a los que han partido y en ofrecer nuestras plegarias por ellos (San Juan Crisóstomo, hom. in 1 Cor 41, 5).

1472. “Para entender esta doctrina y esta práctica de la Iglesia es preciso recordar que el pecado tiene una doble consecuencia. El pecado grave nos priva de la comunión con Dios y por ello nos hace incapaces de la vida eterna, cuya privación se llama la "pena eterna" del pecado. Por otra parte, todo pecado, incluso venial, entraña apego desordenado a las criaturas que tienen necesidad de purificación, sea aquí abajo, sea después de la muerte, en el estado que se llama Purgatorio. Esta purificación libera de lo que se llama la "pena temporal" del pecado. Estas dos penas no deben ser concebidas como una especie de venganza, infligida por Dios desde el exterior, sino como algo que brota de la naturaleza misma del pecado. Una conversión que procede de una ferviente caridad puede llegar a la total purificación del pecador, de modo que no subsistiría ninguna pena”.

Catecismo de la Iglesia Católica.

domingo, 2 de noviembre de 2014

Médico experto en educación sexual y afectiva

No utilizar nuestra convicciones como armas arrojadizas

Entrevista a Jokin de Irala, médico experto en educación sexual y afectiva

Jokin de Irala nació en Donibane Lohitzun (St. Jean de Luz, Lapurdi) el 9 de junio de 1958. Está casado y tiene 5 hijos. Es Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Navarra, donde ejerce la docencia. Realizó un Máster de Salud Pública en la Universidad de Dundee (Escocia) en 1987. Obtuvo el grado de Doctor en Medicina en la Universidad de Navarra en 1990 y, en el año 2000, un segundo doctorado en Salud Pública en la Universidad Estadounidense de Massachusetts.

(Arguments/InfoCatólica) En la actualidad trabaja en la docencia e investigación de las asignaturas de Epidemiología General, Reproducción Humana y Medicina Preventiva en la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra. Es un alto conocedor de temas relacionados con la fertilidad, la educación sexual y afectiva de los jóvenes y la orientación familiar, a la que se ha dedicado desde 1983. Además, en la actualidad, es miembro de la Academia Pontificia para la Vida, cuya sede está en Roma.

El doctor de Irala será uno de los ponentes del Coloquio Familia y Vida, que se celebrará en Pamplona el próximo 14 y 15 de noviembre y el equipo de Cultura de la Vida de Arguments ha tenido oportunidad de hablar con él.

¿Qué tareas desempeña un miembro de la Academia Pontificia para la Vida?

La Academia Pontificia para la Vida fundada por el Papa Juan Pablo II en 1994, tiene como objetivo promover el progreso de los estudios y la información y formación sobre los principales temas de la bioética, y del derecho, relativos a la promoción y defensa de la vida. En mi caso participo, como miembro correspondiente y con mi formación en Medicina y Salud Pública, en las sesiones de trabajo y las asambleas generales que elaboran textos que tienen que ver con la defensa de la vida desde el momento de la concepción hasta la muerte natural.

En los últimos tiempos, es innegable que el aborto está siendo uno de los temas más polémicos en la opinión pública. ¿Cómo podría la Iglesia explicar mejor que no quiere condenar a las mujeres de ninguna forma?

Creo que la Iglesia de manera oficial desde su magisterio ya ha mostrado claramente que se preocupa por la mujer embarazada que se plantea abortar o por la mujer que ha abortado ya y que sufre por haber tomado esa decisión. También se preocupa por los chicos que no se hacen cargo de las consecuencias de su sexualidad. Quienes podemos hacer más por estos jóvenes somos todos los que formamos la Iglesia. Por ejemplo, podemos hacer más intentando explicar mejor la belleza de la sexualidad humana cuando se vive en el contexto del amor estable entre un hombre y una mujer. Intentando acoger mejor a los jóvenes, chicas y chicos, que se encuentran ante la decisión del aborto para que vean realmente que sus vidas pueden salir adelante a la vez que dejan seguir viviendo a los no nacidos. Suelen estar confundidos y asustados. Si no acogemos de verdad a estos jóvenes, poniéndonos en su lugar y entendiendo sus temores, poco podremos hacer para defender la vida del no nacido.

Usted es miembro correspondiente de la Academia Pontificia para la Vida, en Roma. ¿Cuáles son los principales retos que la Iglesia católica tiene en la actualidad para mantener su defensa de la vida?

Entendiendo por Iglesia Católica a todos nosotros, los que formamos parte de esta Iglesia, pienso que tenemos los retos siguientes: no utilizar nuestra convicciones como armas arrojadizas para juzgar a quien no piense como nosotros; saber querer de verdad a quien intentamos explicar la verdad sobre la defensa de la vida; superar lo que puede haber de sentimiento e ideología en el debate del aborto y para esto hay que entender mejor a quien no piensa como nosotros; ofrecer alternativas factibles al aborto para proteger la maternidad, sobre todo cuando tiene lugar en jóvenes poco preparados para ello.

Como profesor universitario, ¿cree tenemos que cambiar nuestro modo de explicarnos al defender la vida? ¿Cuál es la mejor manera de hablar temas como la fecundación in vitro, la eutanasia, etc., cuando se habla con la gente joven? ¿Qué preocupa a los estudiantes, no solo universitarios?

En el ámbito universitario me parece muy interesante poder mantenernos en el discurso científico (tanto antropológico como desde la biomedicina). Todos estos temas se pueden explicar muy bien utilizando un lenguaje científico. Afortunadamente, la ciencia no es opuesta a una verdadera defensa de la vida

La defensa de la vida tiene tiene manifestaciones muy concretas y cada vez más enrevesadas: eutanasia, selección embrionaria, experimentación con embriones… ¿Hace falta ser católico para defender la vida en coherencia con la dignidad humana?

Claramente no. Hay muchos no católicos, incluso no creyentes, que defienden estas cuestiones como nosotros. Como he dicho antes, esto no se riñe con un discurso totalmente científico donde todos podemos encontrar acuerdos comunes.

Líder del lobby gay condenado por pedófilo

ESTOCOLMO, 31 Oct. 14 / 04:05 pm (ACI).- Stefan Johansson, ex presidente de la Federación Sueca Para la Igualdad Sexual (RFSL, por sus siglas en sueco) en la localidad de Halland, fue condenado el 24 de octubre a cinco años de prisión por violación, proxenetismo y explotación sexual de menores.

Según informó la prensa local, Johansson, de 44 años, dio alcohol y drogas a menores a cambio de tener relaciones sexuales.

En el caso también se encontró la malversación de más de 3 mil dólares destinados a investigación sobre el Sida.

En una publicación en su perfil de Facebook, el 18 de julio de 2013, Johansson convocó al evento de “Día de Educación” sobre “actores visibles invisibles” a “personas LGBT (Nota del redactor: lesbianas, gay, bisexuales y transexuales) con experiencia en vender y o adquirir servicios sexuales”, así como a “jóvenes que venden sexo en internet”.

La RFSL que presidió Johansson fue fundada en 1950, y supera actualmente los 6 mil miembros. Desde 2007, es reconocida por Naciones Unidas como organización no gubernamental de carácter consultivo.

Esta organización fue una de las principales promotoras de la legalización del mal llamado “matrimonio” gay en Suecia, cosa que logró en 2009.

La RFSL mantiene relación con el Grupo de Trabajo de Pedofilia (PAG, por sus siglas en sueco), que promueve políticas a favor de las relaciones sexuales entre adultos y menores.

Esta organización del lobby gay es el departamento sueco de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gay, Bisexuales, Trans e Intersexuales (ILGA, por sus siglas en inglés), que avaló por cerca de diez años una política de promoción de la pedofilia.

Además de los cinco años de prisión, el tribunal sueco condenó a Johansson a pagar 60 mil euros (alrededor de 75 203 dólares).

https://www.aciprensa.com/noticias/lider-del-lobby-gay-condenado-por-pedofilo-95733/

jueves, 30 de octubre de 2014

PRIMERA CARTA DE SAN JUAN

Capítulo 3

1 ¡Miren cómo nos amó el Padre! Quiso que nos llamáramos hijos de Dios, y nosotros lo somos realmente. Si el mundo no nos reconoce, es porque no lo ha reconocido a él.

2 Queridos míos, desde ahora somos hijos de Dios, y lo que seremos no se ha manifestado todavía. Sabemos que cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es.

3 El que tiene esta esperanza en él, se purifica, así como él es puro.

4 El que comete el pecado comete también la iniquidad, porque el pecado es la iniquidad.

5 Pero ustedes saben que él se manifestó para quitar el pecado, y que él no tiene pecado.

6 El que permanece en él, no peca, y el que peca no lo ha visto ni lo ha conocido.

7 Hijos míos, que nadie los engañe: el que practica la justicia es justo, como él mismo es justo.

8 Pero el que peca procede del demonio, porque el demonio es pecador desde el principio. Y el Hijo de Dios se manifestó para destruir las obras del demonio.

9 El que ha nacido de Dios no peca, porque el germen de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque ha nacido de Dios.

10 Los hijos de Dios y los hijos del demonio se manifiestan en esto: el que no practica la justicia no es de Dios, ni tampoco el que no ama a su hermano.

11 La noticia que oyeron desde el principio es esta: que nos amemos los unos a los otros.

12 No hagamos como Caín, que era del Maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué lo mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano, en cambio, eran justas.

13 No se extrañen, hermanos, si el mundo los aborrece.

14 Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la Vida, porque amamos a nuestros hermanos. El que no ama permanece en la muerte.

15 El que odia a su hermano es un homicida, y ustedes saben que ningún homicida posee la Vida eterna.

16 En esto hemos conocido el amor: en que él entregó su vida por nosotros. Por eso, también nosotros debemos dar la vida por nuestros hermanos.

17 Si alguien vive en la abundancia, y viendo a su hermano en la necesidad, le cierra su corazón, ¿cómo permanecerá en él el amor de Dios?

18 Hijitos míos, no amemos solamente con la lengua y de palabra, sino con obras y de verdad.

19 En esto conoceremos que somos de la verdad, y estaremos tranquilos delante de Dios

20 aunque nuestra conciencia nos reproche algo, porque Dios es más grande que nuestra conciencia y conoce todas las cosas.

21 Queridos míos, si nuestro corazón no nos hace ningún reproche, podemos acercarnos a Dios con plena confianza,

22 y él nos concederá todo cuanto le pidamos, porque cumplimos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada.

23 Su mandamiento es este: que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y nos amemos los unos a los otros como él nos ordenó.

24 El que cumple sus mandamientos permanece en Dios, y Dios permanece en él; y sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado.

viernes, 24 de octubre de 2014

La vida humana no es descartable (Comisión Ejecutiva, 22 de octubre)


Ante el tratamiento en la Cámara de Diputados de un proyecto de ley sobre “técnicas de reproducción humana asistida” (art. 1), la Comisión Ejecutiva siente el deber de dar a conocer su opinión y llamar a la reflexión sobre los valores subyacentes en este debate. Comprendemos los problemas que rodean a las situaciones de infertilidad y esterilidad y queremos expresar nuestra cercanía a quienes están sufriendo por ello. Alentamos la búsqueda de soluciones que procuren remediar sus causas y un acompañamiento interdisciplinario de las personas con tal padecimiento. Sin embargo, como hemos dicho en otras oportunidades, no todo lo técnicamente posible es éticamente aceptable.


El proyecto mencionado, aunque declama buscar "la protección del embrión no implantado" (art. 1), propone la legalización del "descarte" de embriones (arts. 12, 19 y 20), la discriminación entre embriones (art. 14), la destrucción obligatoria y utilización de embriones para investigación (arts. 12 y 14), entre otras manipulaciones a la vida concebida. También genera problemas jurídicos en los que se puede ver afectado el derecho a la identidad de los niños concebidos por estas técnicas.

En tal sentido, el Estado no se puede retirar de su función de proteger la vida. Tampoco puede ceder un campo tan crucial como el de la procreación humana a intereses biotecnológicos que terminan convirtiendo al ser humano en un objeto. El abordaje de este tema debe ser integral, incluyendo una prioritaria promoción del instituto de la adopción. Ante la sacralidad de cada vida humana, que es única e irrepetible, estamos llamados a actuar con la máxima justicia y respeto por la dignidad de la persona.

En su exhortación "Evangelii Gaudium" el Papa Francisco llama la atención sobre la "cultura del descarte" que se verifica en distintos órdenes de la vida social y que "considera al ser humano en sí mismo como un bien de consumo, que se puede usar y luego tirar" (EG 53).

El sentido de esta reflexión es buscar lo mejor para nuestra Patria y el bien de todas las personas. Ponemos esta declaración a los pies de nuestra Madre de Luján, para que nos ayude a cuidar la vida humana.


Comisión Ejecutiva
Conferencia Episcopal Argentina
22 de octubre de 2014
Memoria de San Juan Pablo II

jueves, 23 de octubre de 2014

“Nicolás tiene dos papás”: Lobby gay en Chile lanza cuento infantil que promueve la homosexualidad

“Nicolás tiene dos papás”: Lobby gay en Chile lanza cuento infantil que promueve la homosexualidad

SANTIAGO, 22 Oct. 14 / 04:41 pm (ACI).- Con financiamiento de la Unión Europea y la embajada de Holanda, 500 jardines de la infancia de Chile recibirán el cuento infantil “Nicolás tiene dos papás”, un texto promovido por el Movimiento de Liberación e Integración Homosexual (Movilh).

El lobby gay logró el apoyo del Colegio de Educadores de Párvulos y de la Universidad de Chile donde se ha presentado este miércoles como parte del material de enseñanza para niños menores de cinco años.

Citizengo, una plataforma ciudadana que defiende y promueve el derecho a la vida y la familia, ha iniciado una campaña para solicitar el retiro de este material en este enlace: http://www.citizengo.org/es/12568-stop-al-cuento-nicolas



“La paradoja es que se trata de educar en la diversidad sexual a párvulos que todavía no han despertado a la sexualidad. Además, el programa resulta contradictorio con la misión marcada por la propia Junta Nacional de Jardines de Infancia (Junji) que apela al derecho de los niños a una educación que les ayude en un desarrollo integral: emocional, intelectual, físico y social”, advierte el petitorio.

Movilh reunió el sábado el 18 de octubre a miles de personas que marcharon en Chile por las calles de Santiago por los derechos de lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales.

En el evento, organizado por el Frente por la Diversidad Sexual y el Colectivo Chile Igualdad para Todos, participaron la Ministra Secretaria General de la Presidencia, Ximena Rincón, y la Ministra de Cultura, Claudia Barattini.

La campaña para promover el cuento homosexual no ha sido dialogada ni consultada con los padres de familia. “Una violación gravísima de la patria potestad. Los experimentos, con agua carbonata; ¡con nuestros hijos no se juega!”, advierte Citizengo y considera que el texto podría ser catalogado como “corrupción de menores”.

La petición on-line está dirigida a la embajadora de Holanda en Chile, Fiona Clouder y al delegado de la Unión Europea en Chile, Rafael Dochao Moreno.

“Que la embajada de Holanda y la UE financien este proyecto supone toda una injerencia ideológica. “¿De verdad que éstas son sus prioridades en materia de desarrollo?”, cuestionan.

Para firmar la petición, ingrese a: http://www.citizengo.org/es/12568-stop-al-cuento-nicolas


No adoctrinen a nuestros párvulos


Muy srs. míos:

He leído que el documental “Nicolás tiene dos papás” ha sido cofinanciado por la Unión Europea, la embajada de Holanda y la Junta Nacional de Jardines Infantiles.

Supuestamente se pretende educar a nuestros párvulos en la diversidad sexual cuando ni siquiera han despertado a la sexualidad. Se trata de un adoctrinamiento inaceptable, una corrupción de menores realizada sin el debido consenso y diálogo con los padres de familia.

Que la embajada de Holanda y la UE financien este proyecto supone toda una injerencia ideológica. ¿De verdad que estas son sus prioridades en materia de desarrollo?

Quiero mostrarles públicamente mi queja y pedirles que retiren la financiación de un proyecto que atenta gravemente contra la patria potestad y la debida protección de la infancia.

Atentamente,
[Tu nombre]