Karadima, de 80 años y con gran prestigio en la Iglesia como formador de religiosos, incluidos cinco obispos, fue acusado por al menos cuatro antiguos feligreses de haber cometido abusos hace un par de décadas, mientras era párroco del Sagrado Corazón de El Bosque, en un elegante sector de la capital chilena.
El caso de Karadima, en cuya defensa han salido también numerosos feligreses, su sucesor en la parroquia y hasta un obispo auxiliar de Santiago, saltó a la luz pública un día después de que el presidente de la Conferencia Episcopal, Alejandro Goic, pidiera perdón por los abusos de sacerdotes contra niños y revelara que en Chile los casos sumaban una veintena.
Al respecto, el sacerdote Donoso confirmó en declaraciones que difunde la página web de Radio Bío Bío, que está próximo a cerrar esta indagatoria y, de paso, dijo que se encuentra abierto a colaborar con la justicia.
"Cuando es sobre un mayor de edad (el abuso) se puede castigar con una pena ciertamente justa (...) cuando ha habido una presión psicológica", sostuvo.
Donoso es el encargado de investigar a fondo el caso de Karadima y ofrecer al ex párroco la oportunidad de defenderse de las imputaciones que pesan en su contra por supuestos abusos sexuales.
El pasado 25 de abril, el cardenal arzobispo de Santiago, Francisco Javier Errázuriz, admitió haber suspendido hace cinco años una investigación sobre dicho sacerdote.
Errázuriz hizo la revelación en una carta difundida en todas las parroquias de la archidiócesis para dar a conocer el parecer de las autoridades eclesiásticas ante los casos de pedofilia y acerca de las acusaciones contra el cura Karadima.
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