Vuélvete, Señor de los ejércitos, observa desde el cielo y mira.

Comunidad Jerico Jerico July 8, 2010 at 4:50pm
Asunto: Por el camino, proclamamos que tu Reino de los Cielos está cerca

Escucha, Pastor de Israel, tú que guías a José como a un rebaño; tú que tienes el trono sobre los querubines, resplandece ante Efraím, Benjamín y Manasés; reafirma tu poder y ven a salvarnos.

Vuélvete, Señor de los ejércitos, observa desde el cielo y mira: ven a visitar tu vid,
la cepa que plantó tu mano, el retoño que tú hiciste vigoroso.

Por el camino, proclamamos que tu Reino de los Cielos está cerca. En tu Nombre Señor Jesucristo, curamos a los enfermos, resucitamos a los muertos, purificamos a los leprosos, expulsamos a los demonios. Nosotros hemos recibido gratuitamente, damos también gratuitamente. No llevamos encima oro ni plata, ni monedas, ni provisiones para el camino, ni dos túnicas, ni calzado, ni bastón; porque los que trabajamos merecemos nuestro sustento. Cuando entramos en una ciudad o en un pueblo, buscamos a alguna persona respetable y permanecemos en su casa hasta el momento de partir. Al entrar en la casa, la saludamos invocando la paz sobre ella. Si esa casa lo merece, la paz desciende sobre ella; pero si es indigna, esa paz vuelve a nosotros. Y si no nos reciben ni quieren escuchar nuestras palabras, al irnos de esa casa o de esa ciudad, sacudimos hasta el polvo de nuestros pies. Sabemos que, en el día del Juicio, Sodoma y Gomorra serán tratadas menos rigurosamente que esa ciudad.

Escucha, Pastor de Israel, tú que guías a José como a un rebaño; tú que tienes el trono sobre los querubines, resplandece ante Efraím, Benjamín y Manasés; reafirma tu poder y ven a salvarnos.

Vuélvete, Señor de los ejércitos, observa desde el cielo y mira: ven a visitar tu vid,
la cepa que plantó tu mano, el retoño que tú hiciste vigoroso.

Señor Jesucristo potencia la presencia de tu Espíritu Santo en nuestras palabras, en nuestras manos, en nuestro trabajo espiritual, prospera en nosotros tu dulzura, tu gracia, tu poder, tu victoria, tu vigor, y tu palabra.

¡Padre Eterno Yavhé de los Ejércitos, nos Gloriamos en tu santo Nombre, y en el Santo Nombre de Jesucristo, tu Único Hijo y Señor Nuestro, nos alegramos por que somos los que te buscamos y servimos Señor! ¡Recurrimos a ti Señor y a tu poder, buscamos constantemente tu rostro; te reconocemos como nuestro Único Dios, y sólo a ti Adramos, por los siglos de los siglos. Amén.