lunes, 27 de diciembre de 2010

Nos visitará el sol que nace de lo Alto

De: Facebook
Fecha: 24 de diciembre de 2010 07:54

Asunto: ""Levántate y vete, tu fe te ha salvado", Lucas 17,11-19" te ha enviado un mensaje en Facebook...

Para: Comunidad Jerico Jerico

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Gonzalo Figueroa Gacitúa envió un mensaje a los miembros de/del "Levántate y vete, tu fe te ha salvado", Lucas 17,11-19.

Gonzalo Figueroa Gacitúa

December 24, 2010 at 7:53am

Asunto: Nos visitará el sol que nace de lo Alto

Del evangelio según san Lucas (1, 67-79)

Entonces Zacarías, su padre, quedó lleno del Espíritu Santo y dijo proféticamente: 68 "Bendito sea el Señor, el Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su Pueblo, 69 y nos ha dado un poderoso Salvador en la casa de David, su servidor, 70 como lo había anunciado mucho tiempo antes, por boca de sus santos profetas, 71 para salvarnos de nuestros enemigos y de las manos de todos los que nos odian. 72 Así tuvo misericordia de nuestros padres y se acordó de su santa Alianza, 73 del juramento que hizo a nuestro padre Abraham 74 de concedernos que, libres de temor, arrancados de las manos de nuestros enemigos, 75 lo sirvamos en santidad y justicia, bajo su mirada, durante toda nuestra vida. 76 Y tú, niño, serás llamado Profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor preparando sus caminos, 77 para hacer conocer a su Pueblo la salvación mediante el perdón de los pecados; 78 gracias a la misericordiosa ternura de nuestro Dios, que nos traerá del cielo la visita del Sol naciente, 79 para iluminar a los que están en las tinieblas y en la sombra de la muerte, y guiar nuestros pasos por el camino de la paz".
Palabra del Señor

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(Lucas 1, 67-79). María había cantado las grandezas del Señor que había obrado en su pequeña servidora (Lc 1, 46-48). Zacarías, cuando se soltó su lengua, después de circuncidar al niño y de darle el nombre de Juan, bendijo a Israel (Lc 1, 68). Isabel había quedado llena del Espíritu Santo para bendecir a María (Lc 1, 41-42), Zacarías hizo lo propio pero bendiciendo a Dios (Lc 1,68). Mostrándonos que nadie puede bendecir a Dios si no es impulsado por el Espíritu Santo (1 Cor 12,3). Se reconoce "servidor" visitado por el Dios, que aparece como un redentor poderoso (Lc 1, 68-69), que nos libra de nuestros enemigos según su promesa (Lc 1, 71-72). El Dios misericordioso fue extendiendo su misericordia sobre sus fieles (Lc 1, 50.72.73).
El pueblo, como servidor de Dios, fue liberado del temor para servirlo con justicia y santidad cada día de su vida (Lc 1, 73-75).

Zacarías, además de reconocer la santidad, la fidelidad y la misericordia de Dios, al que llamó "poderoso redentor", reconocía el niño como profeta del altísimo que prepara el camino (Is 40,3; Mal 3,1; Lc 1,76). El será el sol naciente que despierta la ternura de su misericordia. Con su luz ilumina los pasos del hombre por el camino (Lc 1,78-79). De esa manera perdona sus pecados (Lc 1,77), disipa las tinieblas de su corazón y hace brilla delante de los hombres la luz del nuevo día, Cristo Jesús, lucero de los corazones.

Redentor poderoso, profeta del altísimo y sol naciente que vienes a disipar las tinieblas del corazón; a allanar el camino del hombre, para que pueda seguir el camino y se encuentre con su Dios y Padre. Con aquel que quiere desvestirlo de las obras de las tinieblas y revestirlo de luz.

Padre Gonzalo

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