martes, 20 de marzo de 2012

Santa Sede pide a comunidad internacional erradicar violencia infantil


Santa Sede pide a comunidad internacional erradicar violencia infantil


El Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, Mons. Silvano Tomasi, exhortó a preservar la inocencia y dignidad de los menores y exigió a la comunidad internacional a ponerse en marcha para erradicar este mal que aflige a todos.

El pasado 8 de marzo, durante la 19º asamblea ordinaria del Consejo de los Derechos Humanos del Hombre celebrada en Ginebra en la sede de las Naciones Unidas, el Observador intervino para expresar la posición de indignación y dolor de la Santa Sede ante la práctica de la violencia infantil.

Mons. Tomasi denunció la sociedad de hoy "plagada de niños inocentes, gravemente heridos en su bienestar físico, emotivo y espiritual debido a la violencia a la que han sido expuestos", y recordó que la infancia es un periodo de aprendizaje e inocencia que debe ir respetado y cuidado para favorecer la adecuada y sana madurez.

Según informó el Prelado, en la actualidad 300 mil niños en el mundo son explotados bajo condiciones inhumanas como soldados, mensajeros, cocineros, obreros y son víctima de relaciones sexuales forzadas. Más de la mitad de los 215 millones de niños que trabajadores en el mundo lo hace bajo condiciones de peligrosidad.

"Por desgracia, algunos estudios demostraron que la violencia contra los niños puede verificarse en diversos ambientes: en casa, en las escuelas, o en otros ámbitos educativos, en los institutos o en otras estructuras de asistencia residencial para niños en donde los padres no puede darles un cuidado adecuado y apropiado, en el lugar de trabajo, en las cárceles o en otros tipos de centros de detención", lamentó.

El Prelado indicó que es necesario estar atentos, pues los avances de las tecnologías facilitan nuevos métodos de crimen contra los menores, tales como el bombardeo de imágenes e información dañina para su inocencia y la invitación a participar en foros manipulados para forzarlos a situaciones inapropiadas que pueden destruir sus vidas.

La violencia sexual contra los menores, "es particularmente repugnante y exige mayor atención de parte no solo de los gobernadores y de los entes propuestos para hacer respetar las leyes, pero también de cada componente de la sociedad, porque la necesidad de proteger a nuestros hijos debe ser compartida por todos los miembros de la familia humana, ayudándoles a gozar de la dignidad humana dada por Dios y acompañándoles en su madurez de un modo atento y sano", exhortó.

Indicó también que la Iglesia está tomando medidas tajantes para evitar que este tipo de abusos sean cometidos dentro de sus instituciones. A principios de febrero la Santa Sede celebró el simposio "Hacia el alivio y la renovación", con la finalidad de promover aún más el compromiso de la Iglesia Católica contra los abusos sexuales.

Además, el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Cardenal William Levada, envió una carta circular a todas las conferencias episcopales del mundo, en la que exhortaba a los obispos a redactar un documento en el que se indicase el procedimiento que seguirá la autoridad eclesiástica en los casos de abusos sexuales perpetrados por miembros de la Iglesia, que tendrá que ser enviado al Vaticano antes de mayo de 2012.

Mons. Tomasi sentenció que los ministros religiosos relacionados en este tipo de violencia "ha traicionado los calores mismos que predican en nombre de sus respectivas tradiciones de fe, cometiendo actos aberrantes".

Precisó que la Iglesia Católica "sigue desarrollando y adoptando medidas decisivas dirigidas a monitorizar con atención los procedimientos de las estructuras relacionadas a la Iglesia para evitar que en un futuro se verifiquen nuevos casos de abusos sexuales en relaciones a los menores en ámbitos religiosos", y recordó que la Iglesia acepta y apoya el castigo que el derecho civil impone dentro del marco del respeto a los derechos humanos.

Mons. Tomasi subrayó también que "la sociedad en su conjunto no debe engañarse pensando que los abusos sexuales en las relaciones con menores son limitadas a algunas instituciones", sino que afligen de manera peligrosa a todos los ámbitos de la sociedad, y en "la mayor parte de los casos se verifican en la familia, en la vecindad y en el ámbito social del niño".

Estos atentados contra la persona del menor "deben ser reconocidos honestamente y prevenidos con eficiencia para tutelar la seguridad y la salud física y emotiva de los niños que, a su vez, constituyen el futuro de la sociedad", concluyó.


Roma, Mar 20, 2012 / 12:17AM (EWTN Noticias)

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