Dios Trino de Amor,
Dios Padre Todopoderoso,
Dios Hijo Jesucristo,
Dios Espíritu Santo:
Te alabamos, te bendecimos, te adoramos y glorificamos,
Dios Trino de Amor, por tu infinita misercordia,
por este nuevo día de vida,
te adoramos y bendecimos, porque podemos dirigirnos a ti,
te bendecimos por pensar en nosotros, en nuestra sanación,
en nuestra salvación y nuestra liberación.
Dios Padre Todopoderoso, hoy te presentamos a los pecadores,
a los que no obedecen tus mandamientos,
te presentamos al hijo pródigo que huyó de casa,
te presentamos a los que hieren a tu Hijo Jesucristo,
te presentamos a los malechores, a los delincuentes,
te presentamos a los pecadores más empedernidos,
a los que tienen sus corazones endurecidos,
a los que tienen sus ojos enceguecidos,
a los que no te ven, y a los que no te quieren ver,
te presentamos Dios Todopoderoso a los que hacen el mal,
a los que maldicen, a los estafadores, a los violadores,
a los asaltantes, a los ladrones ... a los malos ladrones,
a los que abondonan a sus padres ya ancianos,
te presentamos a los que ofenden, a los envidiosos,
a los soberbios, a los corruptos y a los que se dejan corromper,
en fin te presentamos a todos los pecadores del mundo,
nos presentamos ante ti Dios Todopoderoso,
para pedirte perdón, perdón por ellos,
perdón por nosotros.
te lo pedimos en el Nombre de Jesucristo Nuestro Señor,
y en el nombre de La Virgen María, la Santa Madre de Jesús.
Danos las fuerzas para no volver a pecar más,
danos el Don de tu Espíritu Santo que impedirá que volvamos a pecar,
danos el carisma necesario, que llegue a lo más profundo de nuestro corazón,
y de ahí se encienda en llamas de amor y dulzura,
para que seamos dulces, a semejanza del Dulcisimo Jesús,
que este carisma se encienda en llamas, y así como el fuego de la vela,
que va derritiendo la cera, así este carisma vaya derritiendo los pecados que
han endurecido y enceguecido nuestros corazones.
Que esta llama de tu Espíritu Santo se quede en nosotros para siempre,
para bendecir, para perdonar y para pedir perdón,
que sea una llama evangelizadora del perdón. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario