La violencia que agobia a su país llevó al Arzobispo de San Salvador, Mons. José Luis Escobar Alas, a denunciar en el Sínodo - ante el Papa Francisco y el resto de obispos- que los delincuentes han «cobrado tanto poder en El Salvador, a tal punto que las pandillas superan en número a la Policía». El prelado explicó que las familias salvadoreñas se ven gravemente afectadas por la situación de criminalidad, ya que son víctimas de extorsión, asesinatos o secuestros.
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