viernes, 3 de octubre de 2014

retiro de sanación y liberación, renovación católica carismática de concepción

CRISTO, SANADOR DEL HOMBRE TOTAL

El nuevo Catecismo de la Iglesia Católica al hablar de la sanación cristiana o por Cristo coincide plenamente con lo que se dice sobre la sanación carismática en los libros que tocan este tema. Los principios teológicos de la sanación cristiana y carismática son los mismos; parecidos son los métodos curativos empleados y su base cristológica y evangélica, aunque siempre caben leves diferencias de importación en el uso, la amplitud y el alcance de los carismas curativos.1). Cristo Sanador. En el principio de toda sanación carismática y cristiana está Cristo, sanador del hombre total. El Verbo de Dios se encarnó para salvar al hombre completo. (Cat. I.C, n° 457). En este mismo número del Catecismo de la Iglesia Católica nos dice San Gregorio de Niza: "Nuestra naturaleza enferma exigía ser sanada; desgarrada, exigía ser restablecida; muerta, resucitada. Habíamos perdido la posesión del bien; era necesario que se nos devolviera... Estando cautivos, esperábamos un Salvador; prisioneros, un socorro; esclavos, un libertador "En Cristo empieza a estar sanada nuestra naturaleza herida y su sanación llega muchas veces hasta nuestro cuerpo y nuestra alma enfermos, aun antes de la resurrección gloriosa.2. Cristo médico. Cristo actuó como médico de los cuerpos y de las almas en su vida mortal. Así lo llamó el Concilio Vaticano II (SC, 5) y el Catecismo de la Iglesia Católica repite la misma idea: "La compasión de Cristo hacia los enfermos y sus numerosas curaciones de dolientes de toda clase (Mt 4,24) son signo maravilloso de que "Dios ha visitado a su pueblo" (Lc 7,16)... El vino a curar al hombre entero, alma y cuerpo; es el médico que los enfermos necesitan" (no 1503).El Catecismo recuerda que "los enfermos trataban de tocarlo (Mc 1,41; 3,10; 6,56) "pues salía de él una fuerza que los curaba a todos" (Lc 6,19)" (no 1504)."Todos" significa aquí una generalización por "muchos". De hecho, Cristo "no curó" a todos los enfermos. Sus curaciones eran signos de la venida del Reino de Dios" (no. 1505).



La enseñanza del nuevo catecismo sobre sanación coincide con la enseñanza evangélica y carismática sobre el tema: "Id y contad a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan" (Lc 7,22). Cristo curaba toda enfermedad y toda dolencia: endemoniados, epilépticos, paralíticos (Mt 4,2324), lo mismo las enfermedades del alma que las del cuerpo.3. Cristo, Señor de todo.



Al reconocer en el Nuevo Testamento el título divino del Señor en la persona de Jesús, se le está reconociendo su dominio sobre el mundo, sobre la historia y sobre la enfermedad: A lo largo de toda su vida pública sus actos de dominio sobre la naturaleza, sobre las enfermedades, sobre los demonios, sobre la muerte y el pecado demostraban su naturaleza divina" (no 447).Ejercer dominio y poder de sanación sobre las enfermedades significa que el señorío de Cristo se extiende también a este campo de desorden y deficiencia en la naturaleza humana.

Sábado de Alabanzas, Adoración, Sanación, Liberación, Salvación, Milagros y Prodigios.

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