domingo, 11 de enero de 2015

«La violencia homicida es abominable»



El Papa expresa su firme condena por el horrible atentado de París

En un comunicado enviado en la tarde de ayer, el director de la Oficina de Prensa del Vaticano indicó que «el Santo Padre expresa su firme condena por el horrible atentado que ha enlutado esta mañana la ciudad de París, con un alto número de víctimas, sembrando la muerte, dejando consternada a toda la sociedad francesa, turbando profundamente a todas las personas que aman la paz, incluso mucho más allá de las fronteras de Francia».

8/01/15 10:14 AM

(Zenit/InfoCatólica) «El papa Francisco participa en la oración y el en sufrimiento de los heridos y de las familias de los difuntos y exhorta a todos a oponerse con todos los medios a la difusión del odio y de cualquier forma de violencia, física y moral, que destruye la vida humana, viola la dignidad de las personas».

Añadió que la violencia «mina radicalmente el bien fundamental de la convivencia pacífica entre las personas y los pueblos», convivencia posible «no obstante las diferencias de nacionalidad, de religión y de cultura».

El comunicado añade: «Cualquiera sea la motivación, la violencia homicida es abominable, nunca es justificable» porque «la vida y la dignidad tienen que ser garantizados y tutelados con decisión». Por ello «cualquier instigación al odio tiene que ser rechazada» y «el respeto del otro tiene que ser cultivado».

La nota de prensa enviada al anochecer concluye indicando que «El papa expresa su cercanía, solidaridad espiritual y su apoyo a todos aquellos que, según las diversas responsabilidades, siguen empeñándose con constancia por la paz, la justicia y el derecho». Y que permitirá «sanar en profundidad los manantiales y las causas del odio, en este momento doloroso y dramático, en Francia y en el mundo, marcado por tensiones y violencia».

El terror yihadista de esta negra semana en Francia, con cuatro acciones armadas en 72 horas que han costado la vida al menos a 20 personas en París y sus alrededores, ha situado al país ante el peor de sus escenarios. En un Estado con cinco millones de musulmanes y con el ultraderechista y xenófobo Frente Nacional en auge, los atentados han mostrado que la unidad política buscada por el presidente, François Hollande, se resquebraja ante una violencia con tintes de origen religioso. La policía ha puesto este viernes punto y aparte a esta ola de sangre matando a tres terroristas en una doble operación que también ha costado la vida a varios rehenes. Pero no es el punto final. “Francia no ha terminado con las amenazas”, ha señalado anoche con solemnidad Hollande.

Un grupo de terroristas conectado y dividido en dos comandos ha sumido en la angustia y el miedo a un país en alerta máxima, que ha visto concretarse esas amenazas que le venía lanzando el islamismo radical. Fuerzas especiales han cercado y matado a media tarde a los tres terroristas, pero en una de las dos operaciones, de clara intención antisemita, también han muerto cuatro rehenes. Los asesinos abatidos son los dos presuntos autores de la matanza en la revista Charlie Hebdo el miércoles y el supuesto asesino de una joven policía municipal al día siguiente en París.

Los hermanos Kouachi aseguraron ser de Al Qaeda antes de ser abatidos.

El ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, ha sugerido esta noche que el cúmulo de actos terroristas, “que ha demostrado la dimensión del desafío y la brutalidad de estos terroristas”, era tan temido como esperado. “Por eso, habíamos reorganizado la dirección general de seguridad interior”, ha señalado. Ni él ni el resto de franceses creen haber puesto punto final. “Nos mantenemos vigilantes”.

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