jueves, 25 de diciembre de 2014

PLEGARIA DE NAVIDAD Esteban Gumucio sscc


Por los que jamás pudieron creer en un niño,
Señor, ten piedad en esta noche de Navidad.

Y por lo más negro y lo más frío,
y por la mirada rota de los resentidos,
Señor, ten piedad en esta noche de Navidad.

Por todos los besos de Judas,
el silencio de los orgullosos
y el cálculo oblicuo de los poderosos,
Señor, ten piedad en esta noche de Navidad.

Por el fango de los mentirosos
y los blancos muros de los cautelosos,
Señor, ten piedad en esta noche de Navidad.

Por la tinta de los envenenadores,
por la amenaza de los perseguidores,
por el desierto de los desesperados,
por la ceguera de los tiranos,
Señor, ten piedad, en esta noche de Navidad.

Por la máscara de los olvidos,
por los dientes de los envidiosos,
por los crímenes elegantes,
por el vacío de los farsantes,
Señor, ten piedad en esta noche de Navidad.

Por el desfile de los besarrabos,
por el tumulto de los temerosos,
por la danza de los complacientes
y por la siesta de los indolentes,
Señor, ten piedad, en esta noche de Navidad.

Por la miseria y el frío,
por la soledad inocente,
por la angustia de la gente,
por el hambre y por la muerte,
Señor, ten piedad en esta noche de Navidad.

Por el proyecto helado de los violentos;
por la injusticia en papel sellado
y por todo lo fabricado
para la guerra en los cuatro vientos,
Señor, ten piedad en esta noche de Navidad.

Por los rascacielos podridos
donde se enconan fronteras;
por todas las balaceras
que inventan los insaciables,
Señor, ten piedad en esta noche de Navidad.

Por las armas de la muerte
y los poderes armados;
por el oro malgastado
en crucificar a la gente,
Señor, ten piedad, en esta noche de Navidad.

Por la nieve de los cielos vacíos,
por la sangre que mancha los ríos,
por las viudas y los huérfanos
de los odios nucleares,
Señor, ten piedad en esta noche de Navidad.

Por la viga que llevamos en los ojos,
por todas las puertas estrechas,
por nuestras anclas de corcho,
Señor, ten piedad en esta noche de Navidad.

Por los cimientos de arena
en que ponemos la paz;
Señor, ten piedad en esta noche de Navidad.

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